Navegando en la nueva dinámica regulatoria: un desafío estratégico para las empresas en Colombia

Por Catalina Sandoval, Associate Partner Política fiscal y regulatoria de EY Colombia

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El dinámico entorno empresarial colombiano ha sido testigo de un cambio notable en su panorama regulatorio en los últimos tiempos. En los últimos 14 meses, el Gobierno ha intensificado su actividad normativa, emitiendo un número significativamente mayor de normas que impactan las operaciones de las empresas.

Este incremento en la regulación, de 5 normas semanales a aproximadamente 25, representa tanto un desafío como una oportunidad para las empresas, que necesitan desarrollar estrategias basadas en la anticipación para adaptarse, mitigar riesgos y aprovechar las oportunidades que surgen.

No obstante, este cambio en la dinámica regulatoria no ha sido exclusiva del Ejecutivo. Si bien el Congreso sigue manejando entre 500 y 600 proyectos de ley por legislatura, actualmente vemos una mayor cantidad de normas aprobadas de iniciativa legislativa y no gubernamental, que, si bien no están siendo visibilizadas del todo en las discusiones de la opinión pública, en muchos casos tienen impactos en el sector privado.

Esta evolución nos lleva a replantearnos cómo abordamos la gestión regulatoria y cómo anticipamos y respondemos a estos cambios.

Además, es fundamental prestar atención al papel que están desempeñando las altas cortes, especialmente la Corte Constitucional, en este nuevo entorno. Su influencia en la interpretación y aplicación de las nuevas normativas es crucial y puede tener un impacto significativo en las estrategias empresariales.

En este contexto, la gestión de las regulaciones ya no puede ser un proceso reactivo, sino que debe formar parte integral de la estrategia empresarial. En los últimos meses, hemos venido apoyando a las compañías en la incorporación de la gestión regulatoria dentro de sus comités de juntas directivas y en las reuniones estratégicas de seguimiento de los directivos.

La idea es no solo reaccionar ante los cambios, sino anticiparlos y planificar con una visión estratégica y de negocio. Esto implica un enfoque integral que considera la normativa no como un obstáculo, sino como una oportunidad para innovar y fortalecer las operaciones empresariales y el manejo del riesgo.

El reto no es solo monitorear, sino utilizar estratégicamente la información monitoreada. Entre marzo de 2023 y abril de 2024, se tomaron más de 200 decisiones estatales que impactan al sector privado. Los temas transversales con más novedades fueron: 34 normas tributarias, 24 laborales, 14 corporativas, comerciales o empresariales, y 15 ambientales.

En virtud de esto, más allá de las discusiones y normas aprobadas en los últimos dos años, vale la pena destacar la prospectiva regulatoria.

El fortalecimiento de las normas ambientales y las decisiones de la Corte Constitucional en torno a distintos artículos de la reforma tributaria, recientemente con la decisión sobre el impacto fiscal, subrayan la importancia de estar preparados para cumplir con regulaciones más estrictas y adaptarse a cambios en el entorno empresarial.

Además, vemos una nueva gestión desde lo territorial con una vocación de mayor recaudo, como ha sido evidente en varios municipios del país con el impuesto predial.

Otro ejemplo, es el tema laboral. No se trata solo de la posible reforma laboral en el Congreso, sino de las decisiones adoptadas por entidades y cortes como el Consejo de Estado y la UGPP, que impactan directamente en el sector privado.

En conclusión, navegar el nuevo horizonte regulatorio en Colombia es un desafío estratégico para las empresas. Requiere una adaptación proactiva, una gestión integral de las regulaciones y un enfoque estratégico en la toma de decisiones. Anticipar los cambios y ver las regulaciones como oportunidades para innovar son aspectos clave en este entorno en constante evolución.

Junio 2024