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La perspectiva reducción de riesgo y daños en la política pública colombiana

23 de noviembre de 2021

El enfoque de reducción de riesgos y daños ha sido utilizado en la atención de diversas problemáticas sociales. En salud pública, además del medio ambiente, la reducción del riesgo se aplica en el consumo de sustancias legales e ilegales, en enfermedades de transmisión sexual, en la adicción a los juegos de azar, en la sexualidad de los adolescentes, en la prostitución, en las industrias de alimentos y bebidas azucaradas y en la prevención de enfermedades mediante vacunas.

Antecedentes:

Bogotá 23 de noviembre 2021-. La reducción de daños emergió como un principio rector para los programas de salud a partir de las convenciones de la ONU de 1961 y 1971 sobre drogas[1], desde ahí en varios documentos y declaraciones se ha reiterado la importancia de la reducción de daños en el manejo de las problemáticas sociales y de salud. Igualmente, la evidencia construida a partir de los efectos positivos generados por la adopción de medidas para la reducción de daños ha conducido a que cada vez más gobiernos realicen cambios en su política contra las drogas para dar un manejo a la problemática bajo este enfoque.

Discusiones recientes:

Las políticas de reducción de daños se fortalecen, mientras que el enfoque prohibicionista deja de ser atractivo para los gobiernos en el manejo de las problemáticas de salud pública. Tal es el caso de la nueva política de drogas anunciada en días pasados por el gobierno de Joe Biden, y la cual se trabajará con Colombia.  Esta nueva estrategia se centra en la reducción en la oferta de estas sustancias, el impulso al Acuerdo de Paz, inversiones de desarrollo rural y de seguridad ciudadana, y a pesar de que no es muy explícita en las líneas de acción para el manejo del consumo de sustancias psicoactivas, sí evidencia un claro cambio en el enfoque, que sienta las bases para que los próximos gobiernos orienten sus acciones hacia una política menos represiva.

En Colombia -antes del anuncio del gobierno de Estados Unidos-, paulatinamente se ha venido incorporando la reducción de daños en algunas políticas distritales, así como se han implementado programas bajo este enfoque en el tratamiento del consumo de algunas sustancias psicoactivas. Por el Congreso, también han pasado algunas iniciativas que buscan incorporar este enfoque en la legislación para dar manejo desde la salud pública y la protección de los derechos humanos al consumo problemático de estas sustancias. Sin embargo, algunas de estas acciones han estado orientadas al tratamiento de cierto tipo sustancias, dejando por fuera otras de tipo legal que también se convierten en un problema de salud pública por las enfermedades asociadas a su consumo.

Hacia el consenso:

Es por lo que algunos gestores de política pública, miembros de la comunidad médica, de la academia, del sector privado, entre otros, coinciden en la necesidad de construir una política pública de reducción de riesgos y daños en Colombia, en la que se puedan consolidar todas las acciones para atender las problemáticas de salud pública y sociales derivadas del consumo de sustancias tanto legales e ilegales. Asimismo, otros actores también consideran que es importante incentivar una regulación de estas sustancias basada en la evidencia y en la innovación, que tenga en cuenta a los consumidores y les permita el uso de distintas alternativas que generen menos traumatismos y daños para su salud.


[1] (Reducción de daños). Open Society. Disponible en: https://www.opensocietyfoundations.org/uploads/db3efd70-a3d1-4345-88a2-6845d0ceadc3/harm-reduction-sp-20160922.pdf