Exportadores deben ampliar el abanico de sus productos

13 de febrero de 2018

Tercera entrega de la serie diez retos económicos para el futuro.

La diversificación de las ventas externas es otro reto pendiente del país. Se considera que deben superar el bajo nivel de sofisticación para que sean de mayor valor agregado, pues la competencia la está dando con materias primas, expuestas a la volatilidad de los precios internacionales.

De acuerdo con las estadísticas del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), de los 38.821 millones de dólares registrados en exportaciones en los 11 primeros meses del 2017, el 54 por ciento estuvo representado por combustibles y productos de industrias extractivas, como el petróleo, y solo el 46 por ciento, por el manufacturero y el agro, entre otros sectores.

Jorge Iván Bula, profesor de economía de la Universidad Nacional, afirma que el desacelerado crecimiento económico del país en el 2017 fue un reflejo de políticas que siguen favoreciendo la extracción de materias primas sobre la promoción de industrias basadas en la innovación y la tecnología. 

La exministra de Comercio, Industria y Turismo y directora de la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham Colombia), María Claudia Lacouture, sostiene que en el análisis no se puede dejar de lado el hecho de que la economía internacional afrontó una aguda crisis en los últimos años, con fuerte caída de los precios de petróleo y de las materias primas nacionales. 

“Sin embargo, esta situación ya nos enseñó que debemos reducir al máximo la dependencia de las exportaciones tradicionales y ampliar la oferta. La agroindustria y el turismo son sectores de enorme potencial y claves para el desarrollo económico”, agrega la directiva.

La Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) se muestra más optimista en cuanto a las ventas externas del país, y en su último informe de coyuntura dice que, exceptuando oro y petróleo, las exportaciones crecieron a una tasa de 8,7 por ciento.

“Este resultado demuestra que, a pesar de la alta dependencia de los productos básicos que tiene todavía Colombia, se está haciendo el esfuerzo de exportar con mayor valor agregado, contribuyendo así a la diversificación de la canasta”, añade el gremio.

Mala ubicación

Entre tanto, las estadísticas de la Ocde (grupo de países de buenas prácticas al que Colombia espera ingresar este año) indican que entre 30 naciones, Colombia, con 7,7 por ciento, ocupa el último lugar en cuanto al valor agregado de sus exportaciones de bienes y servicios. Por el contrario, en naciones como Irlanda y China la cifra es de 43,5 por ciento.

Los números también indican que Colombia es un país de pocas empresas exportadoras, aunque entre el 2010 y el 2015 aumentaron el 9 por ciento. Se trata de un análisis de la Confederación Colombiana de Cámaras de Comercio (Confecámaras) que indica que son 9.184, las cuales representan el 0,4 por ciento de las que reportan al Registro Único Empresarial y Social (Rues).

Sin embargo, en naciones desarrolladas el porcentaje de empresas exportadoras oscila entre el 4 y el 9 por ciento, según indica la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Aunque el valor agregado debe ser, para la mayoría de los analistas, el principal objetivo y reto para contrarrestar la falta de competitividad de las exportaciones, el presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), Javier Díaz Molina, dice que la simplificación de trámites está por encima de ese objetivo. 

“El país se encuentra muy lejos de estar en el nivel adecuado de competitividad porque en los TLC se compromete a hacer una exportación en máximo 112 horas y lo está logrando en 280”, lamenta el directivo gremial.

Las anheladas diversificación y competitividad de las ventas externas del país también implican romper paradigmas.

Así lo recomiendan algunos analistas, quienes señalan que no solo hay que fabricar productos finales, sino que, paralelamente, se puede avanzar hacia modelos de productos intermedios. No obstante, consideran que el país debe decidir en qué cadenas específicas de valor global quiere entrar, con base en sus capacidades o en qué eslabones puede ampliar y fortalecer la participación.

María Claudia Lacouture, directora de AmCham, agrega que, además de innovación, las empresas deben incluir la exportación como un objetivo y no como un ejercicio para vender excedentes

 

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Fuente: El Tiempo