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Sistema pensional en el país, mejor que en Italia, Francia y EE. UU.

23 de octubre de 2018

En Índice Mercer 2018, Colombia obtuvo grado C+, que, sin embargo, es considerado bajo.

 

Aunque como en buen número de países requiere cambios, el sistema de pensiones de Colombia no está entre los peores del mundo.

Sin embargo, su puntaje a nivel global es bajo.

El país, que participa por segundo año consecutivo en el estudio, se ubica en la posición 14 entre un total de 34 en el Índice Global de Pensiones de Melbourne de Mercer 2018, con un puntaje de 62,6.

La ponderación de Colombia se encuentra por arriba de España, Reino Unido, Estados Unidos, Malasia, Italia, Argentina, México y Perú, entre otros.

Los países con mejor desempeño del sistema de jubilación son Holanda, con 80,3, y Dinamarca, con un puntaje de 80,2, mientras que en el último lugar de la lista se ubica Argentina, con 39,2.

Entre los países latinoamericanos, Colombia ocupa el segundo lugar, después de Chile, que obtuvo un puntaje de 69,3. 

Según la consultora, el nivel en el que está Colombia con Perú, Reino Unido y Francia corresponde a sistemas que tienen buenas características, pero a la vez cuentan con riesgos grandes o defectos que deberían ser afrontados con las reformas.

Por ello, sin cambios de por medio, la eficacia y sostenibilidad del sistema en el largo plazo son cuestionables.

A su vez, la calificación general de Mercer está compuesta por tres dimensiones: adecuación, sostenibilidad e integridad, en las que Colombia obtuvo puntajes de 68,4; 50,1 y 70,9, respectivamente.

El subíndice de adecuación indica los beneficios que son provistos actualmente junto con algunos aspectos de diseño del sistema pensional de cada nación. Entre tanto, la sostenibilidad se centra en el futuro y mide varios indicadores que influyen en la posibilidad de que el sistema actual sea sostenible y pueda suministrar en el futuro beneficios a los jubilados. Mientras que el subíndice de integridad incluye varios elementos que influyen en el nivel de confianza que los ciudadanos de cada país tienen en el sistema pensional.

Por tanto, el mejor desempeño de Colombia es en integridad, seguido por adecuación y, en tercer lugar, sostenibilidad.

Además, el país mejoró 0,2; 2 y 0,2 puntos, respectivamente, en los ítems de integridad, adecuación y sostenibilidad, frente al 2017. 

En lo que tiene que ver con el índice general, subió casi un punto, pues el año pasado registró 61,7 por ciento.

El índice general de Colombia progresó, según Mercer, principalmente debido a la inclusión del nivel de deuda de los hogares dentro del subíndice de adecuación.

La calificación otorgada a Colombia fue C+ (las más altas son A, B+ y B), y obedece a un sistema con algunas características positivas, pero también con importantes riesgos y deficiencias, según agrega el reporte.

“La posición de Colombia en el índice no debe distraer del hecho de que requiere hacer mejoras significativas para que cumpla con los objetivos de cualquier sistema pensional. La crisis de los sistemas pensionales de la región no pueden ser excusa para postergar una discusión de alto nivel técnico y necesaria para el futuro de todos los ciudadanos y que debe materializarse en una reforma pensional, que fomente un correcto balance entre el beneficio otorgado y la sostenibilidad de este”, afirma el director de la unidad de Bienestar Patrimonial de Mercer Andina, David Cuervo.

 

Por ello, el experto pide a los gobiernos revisar los sistemas pensionales y hacer los ajustes respectivos, pues cada uno tiene retos y realidades distintas. 

“En Colombia, la intervención al sistema pensional va más allá de meros ajustes paramétricos, como el aumento de la edad de retiro o un cambio en la tasa de reemplazo del sistema público, sino que requiere una reforma estructural que trate asuntos de importancia como la cobertura del seguro previsional, el fomento efectivo de un mercado de rentas vitalicias y la revisión del esquema de inversiones en los fondos privados, entre otros”, agrega el directivo.

Por su lado, David Knox, autor del estudio y socio principal de Mercer Australia, dice que el punto de partida natural para tener un sistema de pensiones de clase mundial, como los de Holanda o Dinamarca, es garantizar el equilibrio correcto entre la suficiencia y la sostenibilidad.

“Por ejemplo, es poco probable que un sistema que proporcione beneficios muy generosos en el corto plazo sea sostenible, mientras que uno que sea sostenible durante muchos años podría proporcionar beneficios muy modestos. La pregunta es: ¿qué es una compensación apropiada?”, añade el experto.

El estudio señala además que las poblaciones envejecidas continúan siendo un desafío de los gobiernos porque los responsables de la formulación de políticas luchan por equilibrar los objetivos gemelos de brindar seguridad financiera a los jubilados, lo que es tanto adecuado para el individuo como sostenible para la economía.

 

Publicado en El Tiempo, disponible aquí