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A maletear

22 de octubre de 2018

Resolver los pendientes y mantenernos como aliado clave de Estados Unidos en la región permitirá que el comercio entre los dos países siga fluyendo por cuenta del tratado de libre comercio vigente y que aumenten las posibilidades comerciales 

 

Por María Claudia Lacouture, directora ejecutiva AmCham Colombia

 

En las conversaciones que hemos sostenido en AmCham Colombia con varios ministros y otros altos funcionarios del presidente Iván Duque, ha sido grato encontrar una gran apertura al diálogo, una gran disposición de trabajo y receptividad para analizar las propuestas e inquietudes que hemos llevado que han surgido de los comités de análisis temáticos y de las mesas de trabajo que, sobre temas puntuales hemos abierto para abordar asuntos de interés para los empresarios.

 

Dentro de este espectro conviene insistir en la necesidad de aprovechar el viento fresco que representa la llegada de una nueva administración para resolver los temas pendientes, antes de que se vuelvan verdaderas piedras en el zapato que, a futuro, representen inconvenientes con consecuencias mayores con el principal socio comercial de Colombia.

 

Me refiero a los temas de cultivos ilegales, chatarrización, propiedad intelectual, acceso al mercado y la agenda de asuntos laborales, relacionada con la protección a sindicalistas; aspectos que han venido aflorando desde comienzos de año y sobre los que Estados Unidos espera acciones rápidas y soluciones definitivas.

 

Los dos países han sido aliados en muchos aspectos y que ello siga siendo así no depende sólo del esfuerzo del Gobierno nacional. Se requiere de una labor conjunta y coordinada de gremios, empresarios, funcionarios y congresistas con sus respectivos pares en Washington.

 

Será una labor compleja en medio de la fuerte arremetida proteccionista que el presidente Donald Trump ha iniciado para defender su industria de lo que ha llamado prácticas injustas de China y que han significado un gran retroceso para el libre mercado, que ya está impactando en la economía global y que podría tener profundas consecuencias recesivas si no se detiene la escalada de represalias.

 

Resolver los pendientes y mantenernos como aliado clave de Estados Unidos en la región permitirá que el comercio entre los dos países siga fluyendo por cuenta del tratado de libre comercio vigente y que aumenten las posibilidades comerciales y de inversión ante las restricciones que Washington ha fijado a los productos chinos. Pero esto no se da de manera silvestre, hay que trabajar en mantener la confianza, reconocer lo pendiente y avanzar, no esperar a que decidan por nosotros, ponernos manos a la obra, maletear y maletear.

 

Publicado en la última edición del Business Mail, disponible aquí