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Agroindustria: motor de desarrollo en el posconflicto

21 de marzo de 2017

Tras la firma final del Acuerdo de Paz y mediante mecanismos como la Reforma Rural, el agro puede reconfigurar la oferta exportable y convertirse en una de las principales fuentes económicas del país.

Por: Celmira Cadena, Coordinadora Medios y Comunicaciones de AmCham Colombia.

 Superado el conflicto armado, en las zonas rurales del país se abren amplias posibilidades de desarrollo para la agroindustria. Para ello, las recomendaciones de la Misión para la Transformación del Campo, los resultados del Censo Nacional Agropecuario, la Ley Zidres y la Reforma Rural, se convierten en fichas clave para impulsar el progreso económico de Colombia a través de este sector. Así lo concluyeron expertos en la materia, liderados por el presidente de la República, Juan Manuel Santos, en el marco de la LXII Asamblea General de Afiliados de la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham Colombia), que se llevó a cabo el pasado 28 de marzo.

Ante una audiencia de casi 300 asistentes, en su mayoría representantes de empresas de todo el país afiliadas a la Cámara, se expusieron los alcances, desafíos y oportunidades para el agro en el periodo de posconflicto. “El hecho de que el primer punto del Acuerdo de Paz negociado entre el Gobierno Nacional y las FARC se ocupe de la cuestión agraria, sugiere que se han dado las sinergias que deberían permitir reposicionar a Colombia como un gran productor y exportador de alimentos”, afirmó Camilo Reyes, director ejecutivo de AmCham Colombia.

Al respecto, el presidente Juan Manuel Santos confirmó que la expedición de la Ley de Zonas de Interés de Desarrollo Rural, Económico y Social (Zidres), brinda una gran oportunidad para hacer productivas muchas tierras que no han podido desarrollarse por la presencia del conflicto, y que tienen un inmenso potencial no solamente en materia agrícola sino pecuaria y forestal.

“Con esta Ley y el tercer censo agropecuario, que nos permitió saber que en realidad teníamos más de 7 millones de hectáreas cultivadas, y no las 5 y medio de millones que creíamos tener dedicadas a cultivos, podemos hacer realidad de mejor manera la Reforma Rural contemplada en el Acuerdo de Paz. Además, siendo Colombia uno de los países identificados por la FAO con gran potencial para aumentar la producción alimentaria, podemos convertirnos en despensa de un mundo cada vez más necesitado de alimentos”, destacó el primer mandatario.

Sin embargo, es claro que las oportunidades vienen acompañadas de retos. José Antonio Ocampo, exministro de agricultura, codirector del Banco de la República y director de la Misión para la Transformación del Campo, señaló que para lograr el desarrollo rural en Colombia, es fundamental un mayor cuidado de los recursos naturales. “Casi todo el país es rico en agua, pero el deterioro de las fuentes hídricas es cada vez mayor. Así mismo, Colombia posee una erosión de suelos que se considera una de las más altas de Latinoamérica y posiblemente del mundo. En materia exportadora, aunque hay algunos productos nuevos prometedores, como el aguacate hass y la piña, éstos no han entrado con suficiente fuerza en la canasta exportadora colombiana”, advirtió Ocampo.

Por su parte, el presidente de la Bolsa Mercantil de Colombia, Rafael Mejía, coincidió en que la sostenibilidad ambiental es un asunto que urge de atención, teniendo en cuenta que se calcula que en 2050 la falta de agua, producto del cambio climático, reducirá la productividad del país en 15%. Agregó además que el 75% de la población hoy en día vive en la ciudad, pero se estima que en 2020 sea el 85%, y en 2025 el porcentaje se incremente al 95%, de manera que “se va a tener mucha tierra, pero muy pocos campesinos, y la tierra no es lo que vale sino es lo que se labre sobre ella”.

Colombia, optimista frente a la relación bilateral con EE.UU.

Respecto a las relaciones de Colombia con Estados Unidos, el ambiente de la Asamblea fue de confianza. El presidente Juan Manuel Santos manifestó que Colombia siempre ha considerado como socios a los inversionistas extranjeros y se declaró optimista sobre el futuro del país y de las relaciones con el territorio norteamericano, el cual, según el mandatario, seguirá siendo nuestro principal socio comercial.

Para Santos, el déficit comercial con la potencia mundial se ha reducido un 70% en el último año, al pasar de casi USD$5.000 millones en 2015 a USD$1.400 millones en 2016. El primer mandatario también celebró que tras casi cinco años de vigencia del Tratado de Libre Comercio de Colombia y Estados Unidos, nuestro país tiene casi toda su oferta exportable con preferencias arancelarias, y a la fecha cuenta con el registro de más de 2.200 nuevos exportadores y la ampliación de la oferta nacional en 450 nuevos bienes exportables a ese mercado.

AmCham Colombia y sus afiliados unidos por la lucha anticorrupción

El evento también fue escenario para recalcar la necesidad de combatir la corrupción a nivel nacional, pues el caso ‘Odebrecht’ y los recientes escándalos de los que ha sido testigo Colombia, confirman que este fenómeno sigue siendo una de mayores barreras que le impiden avanzar al país.

Entendiendo esta realidad, AmCham Colombia desarrolló en 2016 su Declaración por la Transparencia y la Lucha contra la Corrupción, en conjunto con la Secretaría de Transparencia de la Presidencia de la República. De acuerdo con el director de la Cámara, Camilo Reyes, esta iniciativa se creó para brindar a sus compañías un mecanismo de protección de la reputación y los intereses de sus inversores y accionistas, y promover el desarrollo de negocios en un marco de operaciones ético y equitativo.

Durante la Asamblea, se entregó un reconocimiento a firmas como Hewlett Packard, Chevrolet, Cisco, Diageo, IBM, United Air Lines y más de 130 compañías afiliadas a la Cámara, que se suscribieron a este compromiso. El presidente Juan Manuel Santos felicitó a las empresas galardonadas y destacó que superado el conflicto armado, una de las prioridades es la lucha contra la corrupción, la cual no solo debe darse desde el Estado, sino también desde el sector privado y la sociedad civil.