AtlanticCouncil

Claves para potenciar la relación Colombia-EE. UU.

27 de septiembre de 2019

Un reporte del Atlantic Council de Washington, que fue entregado al presidente Iván Duque, propone nuevos pilares para fortalecer el vínculo.

Acciones para el desarrollo económico y la innovación, el fortalecimiento de instituciones, desarrollo rural, lucha contra las drogas y mantener el liderazgo de Colombia frente a la crisis de Venezuela son los pilares sobre los que debe basarse la relación entre Colombia y Estados Unidos.

Esas son las principales conclusiones del reporte titulado ‘Una nueva frontera para la relación bilateral’, elaborado por el Centro para América Latina Adrienne Arsht del Atlantic Council, uno de los organismos de pensamiento más importantes de Washington. El informe fue entregado al presidente Iván Duque en la capital estadounidense.

“Hoy Estados Unidos afronta muchos retos. En nuestro hemisferio una fuerte relación con Colombia es de suma importancia para ayudarnos a manejar esos retos y aprovechar oportunidades a nivel nacional, regional y global”, dijo el senador Roy Blunt, quien lidera desde el Partido Republicano el grupo de trabajo.

Por su parte, el senador demócrata Ben Cardin resaltó que “ahora es el momento para que Estados Unidos y Colombia exploren nuevas herramientas para fortalecer la relación bilateral, favoreciendo los intereses en seguridad, protección de derechos humanos y maximizando el retorno de la inversión de los contribuyentes estadounidenses”.

El documento será remitido a la Casa Blanca y al Congreso de EE. UU. con el objetivo de alinear esfuerzos para que la relación se ajuste a los nuevos retos de la política en la región y se obtenga el mayor provecho a las oportunidades de cooperación, tanto en lo comercial, educativo, lucha antidrogas y el desafío de la constante migración desde Venezuela.

DESDE LO ECONÓMICO

Aunque desde la implementación del TLC han venido creciendo de manera gradual las exportaciones no minero energéticas, los productos de de las industrias extractivas siguen impulsando las ventas con un 59% de participación.

Entre enero y julio de 2019, las exportaciones hacia ese mercado aumentaron 4,5%, al pasar de US$6.555,3 millones en los siete primeros meses del 2018 a US$6.850,1 millones en el mismo periodo de este año.

Para aprovechar mejor las oportunidades, el documento del Atlantic Council sugiere implementar aspectos pendientes del TLC, y en los cuales han venido trabajando los dos gobiernos, con el apoyo empresarial de la Cámara de Comercio Colombo Americana, AmCham Colombia.

Entre ellos se encuentran temas de propiedad intelectual, competencia desleal y protección de datos, entre otros. Así mismo, el reporte señala la importancia de lograr que EE. UU. otorgue la exención de la tarifa al acero y el aluminio colombiano, cuyas exportaciones quedaron gravadas con un arancel del 25% y 10% desde comienzos de 2018.

También se plantea homologar los procesos sanitarios y fitosanitarios de acceso al mercado de EE. UU., y acelerar los protocolos de aprobación de productos pendientes.

“La agroindustria es uno de los sectores con mayor potencial para las exportaciones. Ya hay 97 productos con acceso al mercado gracias a los beneficios del TLC y siete de ellos avanzan en el proceso de homologación fitosanitaria con las autoridades estadounidenses: maracuyá, sandía, pimentón, melón, mango, gulupa y granadilla”, explicó María Claudia Lacouture, directora de AmCham Colombia y una de las personalidades que formó parte de la elaboración del reporte.

El documento propone promover el acuerdo de doble tributación para facilitar la inversión de Estados Unidos en Colombia; flexibilizar normas laborales en el país para aumentar la formalización y la productividad; modernizar y tecnificar la Dian y las agencias aduaneras con el fin de mejorar el recaudo, y combatir economías ilícitas.

En lo institucional

Otro de los frentes de trabajo es el fortalecimiento institucional, el desarrollo rural, el estado de derecho y la lucha contra las drogas.

En ese sentido, el documento propone ajustar el Plan Nacional Integral de Sustitución que han suscrito familias ligadas a cultivos ilícitos para ayudarles a consolidar sus proyectos productivos legales y garantizar la compra de sus cosechas en los primeros años.

También, ofrecer acceso prioritario al mercado estadounidense con productos de sustitución de cultivos y poner en marcha herramientas tecnológicas que faciliten la conexión de campesinos beneficiarios del PNIS con potenciales compradores.

Para un mayor impulso al sector rural se sugiere crear programas de transferencia de tecnología y entrenamiento al sector agrícola, identificar proyectos viables para combatir cultivos ilícitos en parques nacionales e incrementar los fondos de las agencias multilaterales destinados a transformar territorios vulnerables.

En este sentido se ha visto de manera positiva la implementación de programas como obras por impuestos que involucran al sector privado en el desarrollo de zonas afectadas por el conflicto, por lo que se pide replicar proyectos exitosos de construcción y mantenimiento de vías terciarias con la participación de la población local.

De otra parte, el tercer pilar para la modernización de la relación entre Colombia y EE. UU. está relacionado con la crisis que ha desatado la situación en Venezuela. En el encuentro sobre ese país en Nueva York, en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas, el presidente Iván Duque manifestó que en los últimos años han salido de allí cuatro millones de personas, de las cuales 1,4 millones se han quedado en Colombia.

“La acción que ha tomado Colombia ha sido la de solidarizarse con las víctimas de la dictadura oprobiosa que vive Venezuela, la de buscar atender a esas familias que cruzan las fronteras”, señaló Duque, quien agregó que esta situación representa un desafío fiscal y social “pero es nuestro deber moral atender y procurar que las personas que están buscando esperanza encuentren algo de refugio en nuestro país”.

Sobre este tema, el reporte del Atlantic Council planea que Colombia siga jugando un rol de liderazgo en la crisis venezolana y en asistir e integrar a los migrantes. Para atender la situación se propone contribuir al control de la frontera a través del uso de sensores y drones; incrementar la ayuda financiera, diplomática y tecnológica a Colombia, y crear una conferencia internacional de donantes que aporte recursos para afrontar la situación.

Dentro de quienes forman parte del grupo de trabajo del reporte se encuentran Felipe Ardila, Andrés Cadena, Rosario Córdoba, Catalina Escobar y Lacouture, y del lado estadounidense, además de Blunt y Cardin, los miembros de la Cámara de Representantes Bradley Byrne (republicano de Alabama), Rubén Gallego (demócrata de Arizona), Gregory Meeks (demócrata de Nueva York), y Francis Rooney (republicano de Florida).

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