BUQUEEE

Diversificar, diversificar

30 de septiembre de 2019

Reducir la dependencia en las ventas de petróleo mediante la diversificación de las exportaciones solo se logrará si seguimos apostatándole al incremento de la productividad de nuestras empresas.

Por: María Claudia Lacouture, directora ejecutiva de AmCham Colombia


Los hidrocarburos y demás minerales siguen siendo los principales y determinantes productos de exportación de Colombia a pesar de los esfuerzos de los últimos gobiernos por diversificar, y de la buena voluntad de algunos empresarios por mejorar su productividad, aunque, no obstante, seguimos a un ritmo demasiado lento, casi en un punto de inercia, aunque con un panorama que nos permite suponer que despegaremos como un país exportador.

Y solemos reflexionar sobre ello en épocas de vacas flacas, cuando caen los procesos internacionales del petróleo, del carbón y de otras materias primas que exportamos, pero en las bonanzas, por pequeñas que sean, nos olvidamos del asunto, nos obnubilamos, cuando lo que estamos obligados a hacer es reforzar las apuestas productivas, ahorrar e invertir estratégicamente.

El ejemplo del Fondo Global de Pensiones del Gobierno de Noruega es un caso muy interesante a tener en cuenta. Durante décadas las ganancias que el país nórdico obtuvo de las exportaciones de petróleo y gas fueron puestas en un fondo de inversión independiente con el objetivo de ahorrar y de evitar la conocida enfermedad holandesa. Hoy en día, el fondo cuenta con un portafolio cercano a US$ billón y con participación en cerca de 9.000 empresas a nivel global.

Desde Colombia Productiva el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo tiene identificados los productos con potencial y estamos en una excelente coyuntura para reforzar la búsqueda de sectores donde tengamos una ventaja comparativa revelada. La buena noticia es que el actual Gobierno del presidente Duque está sintonizado con esta urgencia y dispuesto a invertir en ella.

Y es fundamental que el Congreso también se sintonice con este propósito en lugar de darle trámite a propuestas regresivas de intereses particulares y que afectan la viabilidad de los proyectos productivos. Solo en el sector de las TIC cursan en el Congreso al menos cuarenta proyectos de esa naturaleza.

Entre 2013 y 2016 una caída de 55% en el precio internacional del barril de petróleo, que pasó en promedio de US$98 a US$43, ocasionó una disminución de 40% en el valor total de las exportaciones. Entre 2016 y 2018, la tendencia fue al alza. Un aumento de 49% en el precio internacional del barril de petróleo provocó un aumento de 20% en las exportaciones, y un aumento de ocho puntos porcentuales en la participación del petróleo en el total de exportaciones nacionales.

Pero reacciones según la coyuntura. En momentos en que la incertidumbre sobre la producción global de petróleo acecha a los mercados internacionales y un alza en los precios generó zozobra mundial hace pocos días, como resultado del ataque a la refinería más grande del mundo en Arabia Saudita, vale la pena pensar en más largos plazos y gastar mejor y quedar menos expuestos al vaivén y a la vulnerabilidad al entorno internacional.

Reducir la dependencia en las ventas de petróleo mediante la diversificación de las exportaciones solo se logrará si seguimos apostatándole al incremento de la productividad de nuestras empresas. La Política de Desarrollo Productivo en Colombia, que busca lograr la inserción de empresas nacionales en las cadenas globales de valor y facilitar el comercio, fue un primer paso crucial para lograr una mayor diversificación. Esta política requiere de inversión pública para mantenerse y fortalecerse y de compromiso empresarial.

Publicado en La República, disponible aquí