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Por la nueva inversión

4 de agosto de 2020

La pandemia ha agregado nuevas dimensiones a estas inseguridades que tendrán ramificaciones globales para la IED y los flujos comerciales. 

Por: Maria Claudia Lacouture, Directora Ejecutiva de AmCham Colombia

Agosto 03 del 2020 (AmCham Colombia) – El bajón económico mundial afectará a la inversión. Los flujos mundiales de IED pueden caer un 40% entre 2020 y 2021, las fusiones y adquisiciones transfronterizas disminuirán. Todos los sectores se verán afectados, las principales 5.000 multinacionales del mundo, que representan la mayor parte del comercio y de la IED, han anunciado revisiones de ganancias esperadas a la baja en un 40% en promedio, con algunas industrias mostrando pérdidas.
Ante ese panorama tenemos que preparar la estrategia. Previo la pandemia, un estudio que analizaba las medidas de detección de IED estableció tres justificaciones para limitar la IED dentro de los países: el miedo a depender de una empresa extranjera para la entrega de bienes y servicios críticos, el deseo de garantizar que la tecnología y la experiencia nacionales permanezcan dentro de las fronteras nacionales y prevención de vigilancia o sabotaje de servicios esenciales.

La pandemia ha agregado nuevas dimensiones a estas inseguridades que tendrán ramificaciones globales para la IED y los flujos comerciales. A fines de marzo pasado, la Unión Europea publicó una guía actualizada para la detección de IED, instando a los estados miembros a apoyar la seguridad pública europea mediante la protección de “empresas y activos críticos” en industrias relacionadas con la salud, incluidos productos médicos, equipos de protección, investigación médica y biotecnología. compra extranjera. Las fuertes contracciones en la IED son especialmente evidentes en los consumidores cíclicos, como las aerolíneas, los hoteles, los restaurantes y el ocio, así como en las industrias manufactureras y el sector energético.

Adicionalmente, se espera que tenga una mayor injerencia en los países en desarrollo con cartera más diversificada de entradas de IED, porque los beneficios potenciales de tales entradas son mayores: no solo aumentan los ingresos de exportación en estos países, sino que también aumentan empleo, impacto más positivo en el desarrollo de la infraestructura y transferencias de tecnología a la economía anfitriona, particularmente en el sector manufacturero.

La perspectiva de una profunda recesión llevará a las empresas multinacionales a reevaluar nuevos proyectos y dentro de esto, las medidas de política adoptadas por los gobiernos durante la crisis que incluyen restricciones a la inversión serán un punto de análisis para la toma de decisión.
La competencia entre los países en desarrollo para atraer IED de países de altos ingresos y / o servir como proveedores para los mercados de consumo en las naciones de altos ingresos se ha vuelto más disputada que nunca, particularmente en la manufactura.

Este escenario nos muestra el camino para que Colombia logre no solo atraer anclas sino también lograr mantener y hacer crecer la inversión instalada. Y para ello el país debe trabajar en producir herramientas que den seguridad jurídica, que motiven la inversión, como la capacitación del recurso humano en los temas de las nuevas industrias e incentivar el encadenamiento, proveeduría competitiva, agilización de trámites entre otros.

Tenemos que conocer muy bien cómo se configuran los movimientos de capitales para ir un paso adelante y fortalecer la relación con las empresas instaladas, para lo cual hay que tener una propuesta de valor diferencial dentro de un contexto de competencia feroz.

Publicado en La República, disponible aquí