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Primera tarea del turismo: confianza

7 de mayo de 2020

La actividad y las vacaciones experimentales serán clave. Necesitamos de experiencias únicas, sensoriales y sostenibles acompañadas por garantías sanitarias, seguridad y un catálogo renovado de destinos. Somos humanos y necesitamos la interacción humana por lo que las videoconferencias y los seminarios web aumentarán, pero las reuniones y conferencias cara a cara, las ferias y los congresos deberán sobrevivir mientras duran las secuelas de la pandemia.

Por: Maria Claudia Lacouture, Directora Ejecutiva de AmCham Colombia

Mayo 06 del 2020 (AmCham Colombia) – Si los atentados del 11 de septiembre supusieron fuertes inversiones en seguridad, aumento en los precios para viajar y una fuerte caída en el nivel de pasajeros, la pandemia del coronavirus ha sido un golpe generalizado con implicaciones mucho más devastadores porque supuso dejar en tierra más del 70% de la flota de aviones a abril del presente año.

Después del 11 de septiembre estaba claro qué medidas había que tomar para neutralizar posibles nuevos atentados: blindaje de las cabinas, reforzar el control del aeropuerto con cámara y escáneres, hacer inspecciones minuciosas de los equipajes, examinar a los pasajeros uno a uno, multiplicar los agentes encubiertos, todo con un alto costo.

Pero frente a esta emergencia de salud, hoy todavía no está claro cuáles serán las soluciones globales, ni cómo será el retorno de los turistas, ni qué mella hizo en cada uno la crisis, ni hay respuesta sobre posibles rebrotes del virus, ni si las personas tendrán la misma confianza para subirse a un avión, a un tren o a un barco. Y si algo nos enseño el 11 de septiembre es que para lograr animar a las personas a viajar deben tener confianza en cada uno de los procesos que los gobiernos y las empresas realizan, solo así, estarán dispuestos a comenzar a viajar.   

Tras los atentados pasaron tres años para que las aerolíneas recuperaran su nivel de ocupación y seis para que volvieran a ser rentables, pero nunca dejaron de volar, ni se cerraron los aeropuertos. La reacción de los países fue rápida en cuanto a generar acciones que les permitieran a los pasajeros poco a poco tomar confianza y continuar viajando.

Los científicos de las grandes potencias prueban vacunas sin que nadie se atreva a vaticinar cuándo, ni cómo ni a qué precio estará disponible, lo que no contribuye a que recuperemos la confianza. El virus del coronavirus se disipará, sin duda, será menos mortal, se podrá controlar, pero no desaparecerá en el corto plazo, ni el temor tampoco

Sin que haya previsión de reapertura de aeropuertos, muchos vuelos dejarán de existir, y las posibilidades de generar trafico de turista va ser limitado, asi sea que se abran algunas rutas nacionales. Algunos países hablan de prorrogar varios meses las restricciones de salida e ingreso de personas y habilitar solo el transporte de carga y de nacionales que estén obligados a viajar internamente.

En esas circunstancias, el mundo, los países, las empresas, todos debemos trabajar en acciones que generen confianza, especialmente enfocadas en los sistemas de salud de los países, en la movilidad, el distanciamiento social y eliminar todo lo que pueda despertar desconfianza.

Las previsiones de la Organización Mundial del Turismo en marzo decián que en 2020 caería el número de viajeros en un 30% respecto a 2019, una cifra que hoy se está validando y se empieza a estimar un numero mas alto  frente al panorama de incertidumbre y sin que las aerolíneas hayan reabierto la venta de tiquetes.

Sin lugar a duda el turismo interno (local, regional y nacional) será la prioridad y se promoverán y promocionarán destinos cercanos, comenzando por atraer a los jóvenes y familias. Los primeros, que suelen ser menos sugestionables y representan las dos terceras partes de la población y aunque gastan menos, serán la punta de lanza para recuperar la confianza. Y las familias porque requieren, después de la cuarentena, tener espacio y lograr tener la oportunidad de espacios abiertos, con distanciamiento social, pero que les permita cambiar la rutina.

Y en la medida que crezcan los viajes domésticos y familiares, los hoteles de gama media verán el crecimiento más rápido y los hoteles de 5 estrellas deberán reinventarse para no quedar por fuera en el paulatino retorno.

La actividad y las vacaciones experimentales serán clave. Experiencias únicas, sensoriales y sostenibles acompañadas por garantías sanitarias, seguridad y un catálogo renovado de destinos.

Los viajeros serán más “hazlo tú mismo” ó Do It Yourself (DIY) digitalmente a medida que se vuelven cada vez más expertos en informática y surfistas inteligentes. Lo que lleva a que las agencias de viajes deben estar en línea y lograr en este tiempo una relación más cercana con sus clientes o verán aún más caídas comerciales en sus volúmenes de ventas después del Corvid-19. 

Oportunidad: acercamiento a los clientes a través de la tecnología le permitirá a los hoteles tomar más control del inventario de habitaciones, teniendo las mejores tarifas disponibles solo en sus sitios web para reservas directas y sus propias plataformas de redes sociales. Esa posibilidad ha hecho que las agencias de viajes en línea u OTA por su sigla en inglés (Online Travel Agency) teman perder su dominio sobre las reservas de hotel.

Los viajes ecológicos y el cuidado ambiental estarán en la mente de los potenciales turistas y ya no habrá nadie que no prefiera un destino sostenible y sustentable. Será una variable para la toma de decisión

El teletrabajo funcionó, la tecnología ha permitido realizar reuniones virtuales y esto se mantendrá por lo que se considera que los viajes corporativos pueden reducirse a 4 días, 3 noches (4D3N) durante la semana y el relacionado con ocio de empresarios aumentaría a 3D2N.

Somos humanos y necesitamos la interacción humana por lo que las videoconferencias y los seminarios web aumentarán, pero las reuniones y conferencias cara a cara, las ferias y los congresos deberán sobrevivir mientras duran las secuelas de la pandemia.

Sin embargo, cada una de estas tendencias tendran que cumplir con protocolos de salud estrictos, no solo una certificación que diga que cumplen el protocolo si no que demuestren que lo están haciendo y que están un paso mas adelante para evitar cualquier contagio. Mostrarle a sus clientes el paso a paso de las acciones con las cuales se esta preparando y que esta implementando sera necesario. Desde la Organización Mundial del Turismo se está trabajando en protocolos para el sector que incluyan la posibilidad de herramientas tecnológicas como saber si la persona antes de montarse al avión se le tomó la temperatura y cuando llegue a su destino quien lo recoge sepa que esta sin síntomas y si ha tenido o no el virus.

Por lo anterior, es importante que tanto el sector público como el privado trabajen de la mano en el detalle de los protocolos de salud, especializados en sus sectores, como también en las herramientas que le permitan a los turistas ganar confianza y volver a visitarnos. Es una tarea que hay que comenzar ya.

 

Publicado en El Espectador, mayo 6 de 2020