Bebidasgaseosas

RSE libre de calorías

2 de septiembre de 2019

Para 2022, las bebidas azucaradas tendrán opciones mejoradas y diferentes, más saludables, con etiquetado informativo claro y uniforme, con auto restricciones publicitarias, promoviendo la vida activa y sana.

El compromiso, asumido dentro de la Cámara de la Industria de Bebidas de la Andi, se basa en una norma técnica construida con el Icontec y adopta como referencia unos compromisos de autorregulación ya asumidos desde 2016 por Bavaria, Postobón, Coca-Cola Company, Coca-Cola FEMSA, PepsiCo, Redbull y Monster.

Se trata de la primera vez que la industria solicita a un tercero independiente que verifique el cumplimiento de compromisos voluntarios y de un sincero propósito por contribuir a la salud de la población, un gesto que debe reconocerse a un sector que desde hace años hace esfuerzos en este sentido.

Esta loable iniciativa de autorregularse y adecuar sus productos al mejor bienestar de los consumidores debería ser replicada en todos los sectores y de esa manera construir un nuevo pensamiento sobre el equilibrio entre salud y dividendos, donde debe primar lo primero e innovar sobre lo segundo.

Un aspecto importante de este compromiso de las grandes productoras de bebidas es que adoptan de manera voluntaria el sistema de etiquetado informativo que actualmente tienen países como Estados Unidos, Reino Unido, México y varios países de la UE y que brinda a los consumidores información clara, uniforme, de fácil y rápida lectura basada en los valores diarios de referencia establecidos por la Organización Mundial de la Salud. 

En su pacto de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), las compañías se comprometen a desarrollar actividades que brinden al consumidor información nutricional mediante programas, incentivos, materiales didácticos y campañas publicitarias relacionadas con la promoción de estilos de vida activos y saludables.

La publicidad sobre sus bebidas se hará en franjas horarias donde la población menor de 12 años sea inferior al 35%, tampoco habrá venta directa en planteles educativos de primaria, en ambos casos con excepción de las bebidas a base de cereal, aguas potables y jugos naturales.

Desde hace varios años las compañías invierten en innovación e investigación, pues son conscientes de que beber grandes cantidades de bebidas azucaradas aumenta el riesgo de obesidad y desarrollar otras enfermedades. El riesgo de que un niño sea obeso o sufra de caries aumenta si no se controla el consumo de bebidas azucaradas.

La meta de las compañías es tener un portafolio con el 52% de bebidas reducidas, libres o sin calorías. Actualmente, el 71% del portafolio de este tipo de bebidas corresponde a fórmulas regulares y con la meta propuesta esta cifra bajará el 29%, dándole a los consumidores más opciones de bebidas entre las que podrán escoger de acuerdo con su estilo de vida.

Las bebidas energetizantes, por su parte, se comprometen a tener en su portafolio un 40% por productos reducidos o bajos en calorías. Los energizantes son bebidas no alcohólicas que ofrecen al consumidor el evitar o disminuir la fatiga, gracias a su componente de cafeína.

Solo restar el azúcar a las bebidas no soluciona el problema de salud de la población. Se requiere un compromiso de toda la sociedad, del sistema de salud pública, de la red escolar, e inclusive de una conciencia en casa, para procurar un equilibrio entre las bebidas, la comida sana y la actividad física.

Publicado en La República, disponible aquí

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