Tiempos para buenas decisiones




Hay que tomarle el pulso al momento histórico, reflexionar sobre las prioridades nacionales, entender la coyuntura que vivimos, los efectos de la pandemia, la importancia de no aplazar las reformas y actuar mirando hacia un futuro sostenible con equidad e inclusión, pero también con una política de desarrollo capaz de permitir crecimientos sistemáticos con mejor competitividad e inversión productiva.

Por: Maria Claudia Lacouture, Directora Ejecutiva de AmCham Colombia

Bogotá, 21 de diciembre (AmCham Colombia)–  El año entrante todos los colombianos tenemos un gran reto, elegir bien quienes nos van a gobernar y quienes estarán en el Congreso legislando para el nuevo país, quienes van a liderar el diálogo social y propiciar las condiciones para lograr las reformas que urgen y que por falta de consensos hemos aplazado desde hace muchos años.

No podemos olvidar que este año tuvimos un estallido social que sigue latente y que está a la espera de esos cambios estructurales necesarios que deberían encubarse en la renovación de las cámaras en marzo. Ya están inscritas las listas, esperemos que haya amplia participación ciudadana y elijamos personas con vocación pública, sensibilidad ciudadana y un interés genuino de trabajar por el bien común.

Los jóvenes que participaron en las protestas tienen la oportunidad de verse representados en el Congreso, deben salir a votar e involucrarse con más entusiasmo en los ámbitos de reflexión académica y participación. Colombia tiene que dar respuesta a los miles de estudiantes y trabajadores que marcharon por empleo, por educación, por una esperanza.

Hay que tomarle el pulso al momento histórico, reflexionar sobre las prioridades nacionales, entender la coyuntura que vivimos, los efectos de la pandemia, la importancia de no aplazar las reformas y actuar mirando hacia un futuro sostenible con equidad e inclusión, pero también con una política de desarrollo capaz de permitir crecimientos sistemáticos con mejor competitividad e inversión productiva.

La inversión extranjera está muy atenta a los sucesos venideros y lo que se percibe en el sector privado es que hay confianza, optimismo, pero también precaución, que es normal en épocas electorales. ¿Qué podría afectar esa percepción? Que se tomen medidas populistas con perspectiva política, perder la oportunidad de escoger un presidente comprometido con las reformas necesarias, bajar la guardia en las medidas para prevenir la propagación de las nuevas cepas del virus del covid o desentenderse de los reclamos ciudadanos.

El próximo año Colombia y EE.UU. conmemoran dos siglos de relaciones diplomáticas, lo cual constituye un momento histórico para impulsar el comercio, estrechar los lazos de amistad y renovar la agenda bilateral. Colombia debe insistir en buscar oportunidades, crear condiciones bajo las premisas del desarrollo sostenible, del cumplimiento de las metas sobre el calentamiento global, evitar el proteccionismo y en su lugar combatir la corrupción, el narcotráfico, el contrabando, la piratería y la informalidad.

Con el acuerdo alcanzado sobre el aumento del salario mínimo se dio un paso importante y esa sensación de llegar con cierta facilidad a acuerdos fundamentales deberíamos mantenerla y ampliarla para todo el espectro económico-social que marcará la agenda hacia adelante.

Dos años de dificultades nos han enseñado muchas cosas. Nos mostraron que crear empleo es la mejor manera de luchar contra la inequidad y la ilegalidad, nos mostraron el camino de la tecnología para ponerlo al servicio de ese propósito, nos dijeron que, sin acceso a la educación, a la salud, a una ocupación digna estaremos condenados al subdesarrollo. Si no logramos sacar adelante las reformas para un desarrollo sostenible, con innovación, integrando las nuevas industrias, quedaremos rezagados. Tenemos una oportunidad por delante.

Publicado en La República, aquí

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