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Así le afectará al país nuevo ‘round’ comercial entre EE. UU. y China

13 de mayo de 2019

Subirían exportaciones al primer país, pero llegarían productos chinos a precios muy bajos.

 

Cuando todo el mundo pensaba que la dura pelea entre Estados Unidos y China había logrado un punto de distensión, luego de las reuniones adelantadas entre los representantes de ambas naciones esta semana, el presidente Donald Trump sorprendió el viernes con el anuncio de imponer mayores aranceles a casi todos los productos chinos que ingresan a su país.

 

Solo unas horas después de haber proclamado que las discusiones de los dos últimos días (jueves y viernes de esta semana) con emisarios de China habían sido “francas y constructivas”, el mandatario estadounidense “ordenó iniciar el proceso de aumentar los derechos de aduana a casi todo el resto de las importaciones de China, estimadas en unos 300.000 millones de dólares”, según lo dicho por Robert Lighthizer, representante Comercial de Estados Unidos.

 

Desde el año pasado, bienes importados desde el gigante asiático por más de 250.000 millones de dólares fueron gravados con aranceles. Este mismo viernes, se elevó al 25 por ciento los aranceles desde un 10 por ciento sobre productos valuados en 200.000 millones de dólares por orden del presidente Trump, quien, además, dio un plazo máximo de un mes para alcanzar el acuerdo definitivo con China, aunque no se conoce aún la fecha en que se sentarán de nuevo a la mesa para avanzar en ese propósito.

Solo hasta mañana se verá el impacto de las nuevas presiones de la Casa Blanca sobre Pekín, pues estas se difundieron el viernes en la tarde, cuando ya los mercados habían cerrado y daban por descontado que la tensión entre las dos naciones había bajado de tono. De hecho, la mayoría de plazas bursátiles cerraron con ganancias la semana.

No era para menos, pues las primeras expresiones de Trump, en la antesala del anuncio, fueron: “No hay ninguna prisa” para sellar el acuerdo comercial con China. En ese sentido, indicó que las discusiones seguían “de manera agradable”.

Steven Mnuchin, secretario del Tesoro, también se pronunció en igual dirección, al término de la reunión del viernes, señalando que “hubo discusiones constructivas por ambas partes”.

 

Efecto indirecto

Mientras los ánimos volvían a caldearse con los anuncios de Washington, en países como Colombia se empezaban a hacer cábalas acerca de los efectos de esta guerra comercial sobre la economía del país.

Empresarios y analistas coinciden en que los efectos de esta coyuntura internacional serán indirectos, y mientras unos ven que a Colombia se le abren posibilidades de mejorar sus ventas externas de productos al mercado estadounidense, otros menos optimistas prevén el arribo de más artículos chinos ante la imposibilidad de entrar a Estados Unidos por los altos aranceles.

Por ejemplo, María Claudia Lacouture, presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana (Amcham), dice que “se han identificado, en estos nuevos aranceles, al menos 740 productos que Colombia exporta a Estados Unidos y que podrían aumentar sus ventas a ese mercado”. “Ninguna guerra comercial es buena para nadie. Todos seríamos perdedores. Habría mayor riesgo de un descenso en las economías. En consecuencia, no es un tema de oportunidades per se. Pero la tensión comercial genera la ocasión de elevar sus exportaciones”.

Así, productos agrícolas, accesorios en tubería, vidrio templado, neumáticos, ñame, sacarosa y tejidos son algunos de los productos que están dentro de la lista de 740 partidas arancelarias que entran en el gravamen impuesto por Estados Unidos a China y que podrían beneficiar las ventas externas de Colombia.

Por su parte, Javier Díaz, presidente Analdex, el gremio exportador, advirtió que “muchos de los productos chinos que no pueden entrar a Estados Unidos, ahora, querrán traerlos a Colombia a precios excesivamente bajos”. 

Los efectos de esas medidas también seguirán sintiéndose en los mercados, toda vez que mayores presiones crean un ambiente de incertidumbre y desconfianza entre los inversionistas que intensificarán su búsqueda de activos más seguros para poner sus recursos.

 

“Ninguna guerra comercial es buena para nadie. Todos seríamos perdedores. Habría mayor riesgo de un descenso en las economías

 

Mario Acosta, gerente de Estrategia e Investigaciones Económicas de Ultraserfinco, sostiene que las amenazas de Trump generan aversión al riesgo, causando caídas en los precios de activos como las acciones, la deuda de grado especulativo y los mercados emergentes. 

“Colombia, al ser un mercado emergente, no es la excepción y nuestros activos financieros (peso, acciones y deuda pública) se ven afectados de forma negativa por esa aversión al riesgo”, dice.

Y agrega que “en caso de una salida masiva de capitales (del país), las acciones más afectadas serían las que tienen alta participación por parte de inversionistas extranjeros, y estas son las que pertenecen a los índices de mercados emergentes internacionales”.

 

Hay otras razones que están presionando al dólar

 

Las noticias para quienes piensan salir del país en esta temporada de vacaciones de mitad de año no son tan alentadoras, pese a que el precio del dólar cayó cerca de 20 pesos (3.274,3 pesos por dólar) el viernes. 

Si bien la guerra comercial entre Estados Unidos y China ya no ejerce tanta presión sobre el costo de esta divisa, existen otros factores –internos y externos– que harán que el dólar no solo se mantenga en los actuales niveles sino que, además, lo puedan empujar pronto hasta los 3.400 pesos.

Ya el miércoles pasado, en el mercado interbancario colombiano, se pagó por un solo dólar 3.319 pesos, el precio más alto en lo que va del año y un costo que no se veía desde febrero del 2016.

Para los analistas es claro que la caída observada el viernes, luego de esos máximos en cuatro años, se debió a que los inversionistas ya habían descontado los efectos sobre los mercados de la fuerte tensión comercial ente los dos gigantes de la economía mundial.

Pero consideran que hay otras fuerzas que pueden avivar una vez más el susto por una nueva escalada en el costo de la divisa, justo cuando cientos de personas se alistan para disfrutar sus vacaciones de mitad de año.

En las casas de cambio, la moneda norteamericana se consigue por estos días a un precio promedio de 2.980 pesos; aunque en medio de esta incertidumbre internacional, su costo se acercó hasta los 3.000 pesos.

Pero ¿cuáles son las otras fuerzas que amenazan con llevar al dólar más allá del precio actual?

Para Juan David Ballén, gerente de Investigaciones Económicas de la firma Casa de Bolsa, son varias, entre las que están el deterioro del déficit de cuenta corriente, el aumento del déficit fiscal, el fin de la entrada de dólares para el pago de impuestos en mayo por parte de las multinacionales y el pago de dividendo de Ecopetrol. 

Pero, también, está la posibilidad de que a Colombia le puedan rebajar su calificación, el debilitamiento de la económica global y los efectos negativos que generan los elevados precios del petróleo, lo que, en su opinión, mantendrá el dólar sobre los 3.300 pesos, pero en el largo plazo podría estar en un rango superior.

Algo en lo que coinciden los analistas del Grupo Bancolombia es que “si se presentara deterioro de las condiciones financieras globales, la cotización del dólar podría aumentar hasta 3.400 pesos. Por el contrario, un entorno global más favorable induciría una recuperación del peso acotada hasta niveles cercanos a 3.000 pesos”. 

La tasa de cambio es bastante sensible, sobre todo al entorno internacional, que no pinta tan saludable, en especial para algunas de las llamadas economías fuertes. Pero las proyecciones de los agentes apuntan a que ese costo terminará el año rondando los 3.100 pesos.

En el corto plazo, los expertos mantienen un moderado optimismo frente a un posible ‘arreglo amistoso’ entre Estados Unidos y China que le quite presión a los mercados.
“Es probable que la próxima semana comencemos con un mejor comportamiento en mercados, anticipando que más adelante podría haber un desenlace favorable en las negociaciones comerciales entre China y Estados Unidos”, dice Camilo Pérez, gerente de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá.

 

Precios del barril de petróleo, sin un rumbo definido

 

El petróleo no fue la excepción en medio de una agitada semana, guiada por la pelea entre Estados Unidos y China. Pero más allá de esta coyuntura, los precios del crudo respondieron a la situación que se vive en Medio Oriente, mientras Washington continuó presionando a Irán con más sanciones, luego de que este país amenazara con incumplir el acuerdo nuclear. Así, el barril de la referencia Brent subió a 70,62 dólares, luego de las caídas de la semana, mientras el WTI bajó a 61,66 dólares el barril.

 

Pese a la caída de esta semana, la Bolsa acumula avance de 16,9 %

 

La Bolsa de Valores de Colombia salió bien librada esta semana, en medio de la volatilidad internacional. No estuvo entre el grupo de las bolsas del mundo que más cayó, sino que su principal índice, el Colcap, ha subido este año 16,9 %. Según Mario Acosta, economista de Ultraserfinco, si la guerra comercial entre Estados Unidos y China sigue escalando, lo más probable es que sigan la depreciación de las acciones en mercados emergentes y en las monedas.

 

Publicado en El Tiempo, disponible aquí