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Decisiones de Donald Trump ponen en jaque su poder

3 de septiembre de 2018

El impacto económico en EE. UU. de la guerra comercial y su manejo de la trama rusa amenazan el liderazgo republicano en los estados. 

 

Desde que Donald Trump asumió el poder de la primera potencia internacional, uno de los aspectos que definen su mandato ha sido el de tomar decisiones conflictivas. Ahora, apenas a dos meses de que se celebren las elecciones legislativas en Estados Unidos, estas mismas son las que podrían pasarle la factura y arrebatarle ese poder. 

Aunque varias de las políticas que ha llevado a cabo en este tiempo han generado críticas tanto del lado demócrata como desde su misma bancada republicana, son dos las que han suscitado más rechazo desde sus correligionarios y, más importante, sus votantes: la guerra comercial y su posición en contra de la investigación por la trama rusa. 

Con esto, se han creado todas las condiciones para que Trump enfrente una verdadera prueba de fuego en noviembre, pues el 6 de ese mes se renovará la totalidad de la Cámara de Representantes y hasta un tercio del Senado, actual fuente de poder del mandatario por la mayoría republicana en ambas cámaras. Una mayoría amenazada por el malestar manifiesto de los miembros del partido y de los votantes. 

“De cara a las elecciones de noviembre, lo que podemos decir es que hay una gran incertidumbre. Hoy en día se pueden ver muchas firmas encuestadoras que dan ganadores a los demócratas o que arrojan altas probabilidades de que incluso ganen las mayorías. Pero también otras empresas dan los mismos resultados para los republicanos, así que al día de hoy, no lo sabemos”, señala el analista político, Robert Valencia. 

Ante esta situación, el tema comercial será determinante pues, aunque el mismo Trump asegurara en un comienzo que “las guerras comerciales son fáciles de ganar”, Estados Unidos ya está sufriendo un fuerte impacto económico. 

“Prácticamente todos los análisis económicos sugieren que elevar los aranceles comerciales y las barreras perjudica más a los estadounidenses de lo que los va a ayudar”, explica Matthew Wilson, profesor de Ciencia Política de la Universidad Metodista del Sur. 

Para cuantificar este coletazo económico se han publicado gran cantidad de estudios, pero uno de los más aceptados es el que hizo la propia Cámara de Comercio de Estados Unidos, (USCC por sus siglas en inglés), que mencionó que, además de los impactos directos por la imposición de aranceles a las exportaciones, el Gobierno tendrá que asumir compensaciones por, al menos, unos US$39.000 millones. 

En este sentido, el sector más perjudicado será el agrícola, para el que el gobierno de Trump ya anunció ayudas por US$12.000 millones, pero no es el único, pues también requerirían desembolsos de asistencias las industria automotriz (US$7.600 millones), del aluminio o maquinaria (US$2.400 millones), o el hierro y acero (US$1.800 millones). 

“Las políticas de Trump perjudican principalmente al sector agrario, algo llamativo, teniendo en cuenta que fue este precisamente uno de los más activos al pedir que no se acabara con el TLCAN”, asegura Valencia. Y es que, como han explicado durante los últimos meses los economistas, las medidas arancelarias impuestas por países como China, la Unión Europea, Canadá o México se han enfocado principalmente en productos y sectores de la economía ubicados en las zonas en los que hay más votantes de Trump. 

Esto queda comprobado con el informe publicado por la USCC. Aunque hay estados en los que en las elecciones del 2016 los demócratas ganaron más votos y reciben un fuerte impacto –como es el caso de California, Washington o Illinois– el impacto total de los aranceles impuestos por otros países a los productos de EE. UU. los sufrirán estados ‘republicanos’ como Texas, Luisiana, Alabama, Carolina del Sur, Michigan o Pensilvania, entre otros. 

Ahora, la gran pregunta detrás de esta situación es si la guerra comercial afectará tanto a los estadounidenses y sus votantes, como para que estos retiren su apoyo a Trump. Por lo pronto, los primeros indicios muestran que esa posibilidad es muy real. Como indica Valencia, “si vemos las elecciones especiales que se celebraron en Alabama, Florida, Virginia o Misuri, estados en los que Trump ganó holgadamente en el 2016, ahora pertenecen a los demócratas, un claro indicador de que al menos están ganando terreno”. 

No obstante, aunque nadie duda de que hay cierta tendencia a que el partido demócrata gane un mayor peso en las elecciones de noviembre, no todos los expertos son igual de contundentes acerca del impacto que tendrá la guerra comercial. 

Algunos, como David Schulz, profesor de Ciencia Política de la Universidad Hamline, creen que existe la posibilidad de que sea determinante. “Las guerras comerciales golpearán a los estados de manera desigual, con el mayor impacto en los estados y áreas que votaron por Trump y algunos votantes se apartarán de él, y esto, junto con otros aspectos, podrían ser decisivos. Es decir, el grado en que los votantes que acudieron a Trump en el 2016 se muden a los demócratas o se queden, será crítico. Eso sí, hay que tener en cuenta que, a pesar de ser impactados, muchos votantes también seguirían siendo leales”. 

Pero no todos consideran que el tema comercial, por sí solo, pueda conducir a una pérdida masiva de votantes republicanos. “La postura proteccionista de Trump no es bien recibida en los estados fronterizos con gran actividad comercial como Texas y California. Dicho esto, la economía estadounidense sigue siendo bastante robusta, con bajo desempleo, fuerte crecimiento e inflación moderada a pesar de la guerra comercial, por lo que es me nos probable que perjudique tanto a Trump”, agrega Wilson. 

Por su parte, Nelson Wiseman, profesor de Ciencia Política de la Universidad de Toronto, señala que “el problema comercial con China tendrá algún impacto en los estados rurales con grandes sectores agrícolas como Iowa. Sin embargo, debido a la forma en que se ha trazado el mapa electoral, el tema comercial no conducirá por sí solo a que muchos escaños cambien de manos”. 

INVESTIGACIÓN RUSA 

Precisamente, el hecho de que la guerra comercial no supondría un aspecto 100% determinante para que los votantes abandonen a Trump, otros problemas que enfrenta el mandatario, como la investigación sobre la colusión rusa, podrían ser clave.

No hay que olvidar que en las últimas semanas la investigación del fiscal especial Robert Mueller, junto con otros procesos, inculparon al exasesor de Trump Paul Manafort por fraude, e hicieron confesar la financiación ilegal en la campaña a su exabogado, Michael Cohen, aspectos que golpearon fuertemente el discurso de “caza de brujas” que había defendido. 

Es por esto que, ambos aspectos en conjunto, sí podrían conducir a una pérdida de las mayorías republicanas. “La investigación de Mueller es mucho más significativa en los cálculos de los votantes. De hecho, creo que la investigación de Mueller y el comportamiento de Trump hasta la fecha llevarán a los demócratas a ganar la Cámara de Representantes por un estrecho margen. El Senado seguirá siendo republicano”, pronostica Wiseman. 

Y esta misma idea la comparte Wilson, quien afirma que “la investigación de Mueller es potencialmente mucho más importante que la guerra comercial. Si acusa al Presidente de algún tipo de delito grave, las elecciones de mitad de período se convertirán casi que un referéndum o un impeachment. Los votantes sabrán que si ponen a los demócratas a cargo es probable que acusen al Presidente, mientras que los Republicanos es muy improbable que lo hagan sin evidencia indiscutible”. 

Por último, también existe la posibilidad de que, a pesar de estos problemas, no se produzcan grandes cambios. Como plantea Michael Cornfield, profesor de Liderazgo Político de la Universidad George Washington, “es posible que algunos se vean afectados por las actitudes hacia la guerra comercial y el escándalo de la investigación de Rusia. Pero eso dependería de que una campaña se centrara en la otra y construyera apelaciones exitosas. Sin embargo, en la mayoría de las elecciones en Estados Unidos este otoño, los votantes se quedarán con sus partidos y sus opiniones ya endurecidas sobre el presidente Trump. Algunas mujeres republicanas pueden cruzar para votar por Trump; algunos hombres demócratas pueden ir en la dirección opuesta, etc.”. 

Todavía faltan más de dos meses para que lleguen las elecciones legislativas en Estados Unidos, pero cada una de las partes ya alistan sus estrategias para aprovechar la situación en su beneficio de la mejor manera. De momento, Trump mantiene una popularidad entre los votantes que se ubica por debajo del 40%. Pero, por el otro lado, el núcleo de los republicanos, hasta el momento, se ha mantenido a su lado. 

Una disputa que va en ascenso Independientemente de la cercanía de las elecciones, la guerra comercial entre Estados Unidos y China está lejos de terminarse. 

En estos momentos, ambos países ya se han impuesto aranceles por un valor de US$50.000 millones cada uno, lo que lleva la disputa hasta una cifra total de US$100.000 millones. 

Sin embargo, estas cifras podrían aumentar rápidamente, pues la semana pasada se supo que el presidente Donald Trump está acelerando para que Estados Unidos imponga esta misma semana una nueva ronda de aranceles, por un valor de US$200.000 millones, lo que junto con la retaliación de China, llevaría esta guerra comercial hasta los US$500.000 millones, un dato muy superior al PIB de muchos países. El fracaso en la negociación de hace dos meses y las que se celebraron hace dos semanas, presagian que, por el momento, no habrá un tregua.

 

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