El PIB de EEUU vuelve a crecer: ¿se aleja definitivamente el fantasma de la recesión?




Buenas noticias: este nuevo crecimiento del Producto Interno Bruto revierte la caída de los dos primeros trimestres del año y saca a la economía de EEUU del terreno de la contracción.

Bogotá 01 de noviembre (Univisión)-. Que los números del Producto Interno Bruto (PIB) iban a romper la racha negativa de los dos últimos trimestres era algo que ya habían anticipado muchos economistas en Estados Unidos.

Pero la realidad es que sorprendió positivamente la cifra adelantada por el Departamento de Comercio: reportó un 2.6% de crecimiento en los últimos 12 meses.

Queda atrás así el debate de si estábamos ya en recesión, una discusión que enfrentaba a quienes, por un lado, decían que no era posible con los números de consumo y desempleo que tenemos; y quienes, por el otro, se acogían a la definición informal de “ dos trimestres seguidos de crecimiento negativo”, como ya tuvimos la primera mitad del año.

Y esa idea de haber dejado atrás la recesión es a la que, a dos semanas de las elecciones de mitad de mandato, se ha querido agarrar el gobierno del presidente Joe Biden.

“Durante meses, los agoreros han dicho que la economía está en recesión y los republicanos del Congreso han estado hinchando porque empeoren las cosas, dice un comunicado de Biden tras conocerse el reporte del PIB el jueves. Pero hoy tenemos más evidencia de que nuestra recuperación económica continúa avanzando. Este es un testimonio de la resiliencia del pueblo estadounidense”.

Y de cara al futuro próximo, tampoco ve el gobierno problemas. Al menos eso dijo también el jueves la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, en una entrevista con CNN.

“Lo que vemos es un sólido crecimiento este trimestre (…). Tenemos pleno empleo. Es natural que el crecimiento se ralentice, y lo ha hecho en los tres primeros trimestres, pero sigue siendo OK (…). No veo señales de recesión en este momento”, aseguró.

Por qué alimenta el pesimismo el reporte del PIB

Esa es la lectura del gobierno, que se queda con el dato del 2.6% del crecimiento, algo que es importante, por supuesto, pero una mirada hacia atrás y para saber si quedan definitivamente alejados los fantasmas de la inflación debemos de mirar hacia delante.

En ese sentido, si observamos con un poco más de atención el reporte del Departamento de Comercio, hay elementos que pueden contrarrestar tanto optimismo.

Más, si lo vemos en el contexto de las agresivas subidas de tasas de interés impuestas por la Reserva Federal (Fed) para contener la inflación a través de, precisamente, enfriar la economía, y cuyos efectos están por entrar en escena.

Y es que, eclipsados por el dato del 2.6% que copó tantos titulares, aparece una maraña de números en la que los economistas ven un panorama bastante más pesimista que el del presidente Biden y la secretaria Yellen.

El gasto de los consumidores, un 70% de la actividad económica de EEUU y uno de los elementos en que se basan quienes defienden que no ha habido ni habrá pronto una recesión, creció entre julio y septiembre a un ritmo del 1.4% anual, por debajo del 2% que marcó en abril-junio, cuando el global del PIB fue negativo. No es para ser optimistas.

Tampoco que las subidas de tasas de la Fed hayan hecho tanta mella en el sector inmobiliario, que registra su sexto trimestre consecutivo de caídas en residencias, en esta ocasión a un impresionante 26% interanual. Este viernes, las hipotecas más extendidas alcanzaron el 7% de interés.

Y sobre todo, algo que no hace falta haber estado mucha atención para detectar como una auténtica bandera roja: las exportaciones crecieron a un ritmo de un 14.4%, muy por encima del 2.4% del trimestre anterior.

Es decir, el que el dato del PIB haya sido positivo se puede atribuir enteramente a la explosión de las exportaciones. Y eso ocurrió a un nivel que ni los más optimistas ven repetible en los próximos trimestres.

La lista de razones es larga: las tensiones comerciales con China; la guerra en Ucrania y las sanciones a Rusia han disparado el precio de la energía y creado una crisis de seguridad alimentaria en países empobrecidos; las dificultades económicas que padece Europa ya antes de afrontar un invierno complicadísimo en cuanto al suministro de energía…

“Mirando hacia delante, el riesgo está hacia abajo, para el consumo en particular, ya que los hogares siguen enfrentando el desafío de la fuerte inflación y la previsible ralentización del mercado laboral”, dijo, citada por AP, Rubeola Farooqi, economista jefa de High Frequency Economics.

“Desafortunadamente, no creemos que la fortaleza de las exportaciones vaya a continuar mucho más, el panorama global es muy débil con problemas en Europa y China, la fortaleza del dólar hace que las exportaciones estadounidenses tengan complicado competir”, le dijo al podcast MarketPlace Paul Asworth, economista jefe para EEUU de Capital Economics.

Pero también hay datos para el optimismo

Pero no todos los datos son de impacto negativo en las previsiones. Por ejemplo, se dio pie al optimismo en el tema estrella de los últimos meses, la inflación.

El índice de precios al consumo (IPC) en el PIB creció a una tasa de un 4.1% interanual entre julio y septiembre, muy por debajo del 9% de abril-junio y el incremento más lento desde el último trimestre de 2020.

Este número, apunta AP, podría elevar las esperanzas para que la Fed pueda optar pronto por ralentizar las subidas de tasas de interés.

Y por supuesto, el gran bastión de fortaleza de la economía estadounidense de los últimos trimestres, el mercado de trabajo.

Aunque las contrataciones se han estado deselerando, en septiembre se crearon 263,000 puestos de trabajo y la media del año es de 420,000 al mes. Así, 2022 va camino de ser el segundo mejor en ese sentido desde que el Departamento de Trabajo comenzó a registrar el dato. Solo 2021 ha sido mejor.

Y a eso es, fundamentalmente, a lo que se agarra el gobierno para decir que se equivocan los “agoreros”, como los llamó Biden.

Los efectos de la inflación han sido distintos para cada producto. Si bien Estados Unidos registró en junio un alza de un 9.1%, la cifra más alta en 40 años, algunos productos registraron aumentos de más de un 20%, según el índice de precios al consumidor.

Para determinar cuáles han sido los productos que más han bajado su costo, el portal 247WallSt.com revisó el reporte de junio de este año del Índice de Precios al Consumidor y registró cuánto ha disminuido su precio en comparación a junio de 2021.

Publicado en Univisión, disponible aquí

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