Joe Biden ya trabaja en su reforma tributaria


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El gobierno de Estados Unidos está preparando su proyecto fiscal, el cual supondría el primer alza importante de impuestos desde 1993.

Bogotá, 16 de marzo de 2021 (Portafolio).– El presidente estadounidense, Joe Biden, está planeando el primer aumento importante de impuestos federales desde 1993 para ayudar a financiar el programa económico a largo plazo, como seguimiento de su proyecto de estímulo.

La iniciativa, que se espera sea aún mayor que el plan de ayuda, no dependerá de la deuda pública como fuente de financiamiento. Si bien está claro que los aumentos de impuestos serán un componente, los asesores preparan un paquete de medidas que podría incluir un aumento tanto de la tasa impositiva corporativa como de la tasa individual para personas de altos ingresos.

Dado que cada exención fiscal y crédito tiene su propio grupo de cabildeo para respaldarlo, modificar las tasas conlleva una gran cantidad de riesgo político. Eso ayuda a explicar porqué los aumentos de impuestos en la reforma de 1993 de Bill Clinton se sobresalen entre las modestas modificaciones desde entonces.

Para Biden, los cambios son una oportunidad no solo para financiar iniciativas clave como infraestructura, clima y ayuda ampliada para los más pobres, sino también para abordar lo que los demócratas creen que son desigualdades en el sistema tributario.

Pero el plan pondrá a prueba la capacidad de Biden para cortejar a los republicanos y la de los demócratas para seguir unidos.

Si bien la Casa Blanca rechazó un impuesto a la riqueza, como propuso la senadora Elizabeth Warren, el pensamiento actual si apunta a los ricos.

Es probable que los aumentos de impuestos contemplados en cualquier paquete de infraestructura y empleo más amplio incluyan la derogación de partes de la ley tributaria de 2017 de Donald Trump que benefician a las corporaciones y las personas adineradas, además de hacer otros cambios para que el código tributario sea más progresivo.

Entre estas está elevar el impuesto de sociedades de 21% a 28%, reducir las preferencias fiscales para las llamadas empresas de transferencia y aumentar la tasa sobre la renta para quienes ganen más de US$400.000, entre otras.

Un análisis independiente realizado por el Centro de Política Fiscal estimó que recaudaría US$2,1 billones en una década, aunque es probable que el plan final sea menor.

Sarah Bianchi, de Evercore, escribió que los demócratas del Congreso podrían acordar US$500.000 millones, mientras que los analistas apuntan a entre US$2 y US$4 billones.

Aún no se ha fijado una fecha para un anuncio, aunque la Casa Blanca dijo que el plan seguiría a la firma del plan de estímulo.

Publicado en Portafolio, disponible aquí

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