La guerra comercial con Estados Unidos retrasó la construcción del tercer portaaviones chino

27 de noviembre de 2018

 

La guerra comercial con Estados Unidos retrasó la construcción del tercer portaaviones chino

 

Las tensiones entre Beijing y Washington han afectado al presupuesto militar de Beijing y se espera que retrasen el desarrollo del buque designado como Tipo 002. También hay problemas técnicos con su principal caza embarcado, el Shenyang J-15

 

Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China han retrasado el desarrollo del tercer portaaviones de Beijing, de acuerdo a fuentes militares citadas este martes por el South China Morning Post.

 

China puso en servicio su primer portaaviones, el Liaoning, en 2012 tras haber comprado el casco sin terminar a Ucrania. El año pasado botó su segundo buque de estas características y el primero desarrollado íntegramente en el país, el Tipo 001A.

 

Pero la construcción de la tercera embarcación, cuya existencia fue sólo confirmada oficialmente esta semana por Beijing, se ha atrasado por la guerra comercial con Washington y las reformas militares chinas.

 

El Tipo 002 es una “nueva generación de portaaviones” actualmente en construcción,dijo el domingo la agencia estatal china Xinhua y se espera que sea botado en octubre de 2019.

 

Pero esta fecha podría no concretarse luego de que el presupuesto para su desarrollo tuviera que ser achicado debido a las tensiones comerciales con Estados Unidos y la desaceleración de la economía china.

 

“Un astillero recibió el pedido para iniciar la construcción de otro portaaviones Tipo 002, el cuarto del país, pero en los últimos días se pospuso debido a la guerra comercial con Estados Unidos. Beijing no quiere hacer nada que pueda molestar aún más a Washington, ya que la economía china se ha ralentizado debido a la disputas comerciales”, indicó una fuente militar que es parte del programa de portaaviones al South China Morning Post.

 

¿China, potencia naval?

 

El plan de la marina de China apunta a lograr el despliegue de un total de cuatro portaaviones, junto a sus escuadrones de aviones y sus escoltas, para el año 2030. Aunque impresionante, el número aún palidece frente a los 11 portaaviones nucleares que posee Estados Unidos, ocho de los cuales están listos para entrar en combate en cualquier momento.

 

Pero a pesar de esto, de concretarse se tratará de la segunda flota de portaaviones más grande del planeta y convertirá a China en una potencia naval con proyección en casi todos los mares del mundo

 

El Liaoning, un portaaviones de la clase Kusnetsov cuyo casco fue botado en Ucrania, abandonado y luego comprado y terminado por China en 2012, fue el primero de estos buques en entrar en servicio. El Tipo 001A es una copia del Liaoning y sigue abrevando en el diseño soviético. Los Tipo 002, en cambio, estarían diseñados en China y poco se sabe de sus características y se especulaba incluso con que tuvieran propulsión nuclear.

 

Aviones con problemas

 

Las tensiones comerciales no son el único problema, sin embargo. Aún si los Tipo 002 son completados y demuestran ser tan avanzados como se especula, montando incluso los modernos sistemas de lanzamiento de aviones EMAL, lo cierto es que China ha tenido serios problemas con su principal cazabombardero embarcado, el Shenyang J-15.

 

Esta copia sin licencia del Sukhoi Su-33, diseñado en tiempos de la Unión Soviética, se encuentra lejos de ser un sistema de armas de última generación y además ha demostrado ser poco confiable mecánicamente.

 

En el 2016 toda la flota debió ser sometida a una revisión de tres meses luego de un accidente fatal rastreado a fallas en sus sistemas de vuelo.

 

Otro problema que aqueja a los J-15 es la escasa durabilidad de sus motores a reacción, explicó la fuente militar al South China Morning Post. Las turbinas WS-10H Taihang tienen una vida útil de 1.500 horas de vuelo, contra las 4.000 de los General Electric F414 que equipan a los F-18 Superhornet, principal cazabombardero embarcado de Estados Unidos.

 

Esto significa que los J-15 deben recibir un cambio completo de turbinas a menos de la mitad del tiempo que un F-18, generando enormes costos de mantenimiento.

 

Por esta razón China se encuentra también desarrollando un reemplazo para los J-15, pero ante los fuertes recortes en el presupuesto militar es poco probable que una nueva y avanzada aeronave esté operativa en el mediano plazo.

 

Publicado en Infobae, disponible aquí