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La reunión entre EE. UU. y Taiwán que causa malestar en China

11 de agosto de 2020

El secretario de Salud, Alex Azar, se reunió con la presidenta independentista Tsai Ing-wen.

Bogotá, 11 de agosto de 2020 (El Tiempo).- El secretario estadounidense de Sanidad y Servicios Sociales, Alex Azar, se convirtió este lunes en el funcionario de mayor rango de su país en llevar a cabo una visita oficial a Taiwán desde 1979, entre fuertes protestas por parte de Pekín.

Aunque la delegación estadounidense aterrizó este domingo en Taipéi, el programa oficial no comenzó hasta esta mañana, cuando se reunió con la presidenta taiwanesa, la independentista Tsai Ing-wen, a quien transmitió el “mensaje de firme apoyo a Taiwán” del jefe de Estado de la nación norteamericana, Donald Trump.

“EE. UU. ha expresado su admiración por la democracia taiwanesa de múltiples formas”, afirmó Azar, quien recalcó que el hecho de que la respuesta de la isla ante la pandemia de covid-19 haya sido “una de las más exitosas del mundo” se debe a los “valores democráticos compartidos”.

Al dar la bienvenida al encargado de la sanidad estadounidense, Tsai aseguró que el viaje “representa un gran paso adelante en la cooperación entre nuestros países contra la pandemia”.

Asimismo, la presidenta isleña le recordó a Azar que el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, defendió que Taiwán debería formar parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) mientras que “China se opone”, algo que calificó de “muy lamentable” y de “violación del derecho internacional a la salud”.

Por último, Azar también participó en la firma de un memorando de entendimiento entre el Instituto Americano en Taiwán (AIT, la embajada ‘de facto’ de Estados Unidos en la isla) y la Oficina de Representación Económica y Cultural de Taipéi en Estados Unidos (el equivalente taiwanés de la AIT en Washington) que eleva las relaciones bilaterales.

Este acuerdo se centra en cuestiones sanitarias como asegurar la salud global, controlar enfermedades infecciosas, prevenir dolencias crónicas, avanzar en la salud digital o prevenir la drogadicción.

Apenas una hora antes de que comenzase el encuentro entre Azar y Tsai, hacia las 9:00 p.m. (hora local)cazas chinos cruzaron la línea imaginaria que divide el estrecho de Taiwán en una maniobra que se podría interpretar como parte de la protesta de Pekín ante la visita de Azar.

Según el Ministerio de Defensa taiwanés, un número no especificado de cazas J-10 y J-11 de las fuerzas aéreas chinas sobrevolaron la mencionada zona y el sistema terrestre de misiles antiaéreos del Ejército isleño les realizó un seguimiento.

Al mismo tiempo, una patrulla aérea taiwanesa emitió una advertencia verbal a los cazas chinos antes de interceptarlos y “expulsarlos” de la zona. El Cuartel General de las Fuerzas Aéreas de Taiwán aseguró que esta “invasión deliberada destruye la situación actual en el estrecho de Taiwán”, y “daña gravemente la seguridad y la estabilidad en la región”.

El pasado miércoles, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Wang Wenbin protestó por la visita de Azar, y aseguró haber presentado quejas formales ante Estados Unidos tanto en la embajada en Pekín como a través de su legación en Washington.

Para China, recordó Wang, la cuestión de Taiwán es “de importancia extrema y del máximo nivel de sensibilidad”, ya que desde el final de la guerra civil en 1949 Pekín considera a la isla una provincia rebelde que ha de ser reunificada con el resto del país.

El portavoz exigió a Estados Unidos que dejase de “tener interacción oficial alguna con Taiwán” y de enviar “señales equívocas a los elementos independentistas” de la isla bajo riesgo de dañar “gravemente” los lazos entre Pekín y Washington.

Un día después, preguntado de nuevo acerca de la visita, Wang anunció que China respondería con “firmes represalias” ante lo que calificó de “acto indebido” por parte de Estados Unidos, aunque no especificó entonces qué clase de contramedidas tomaría Pekín.

¿Opción alternativa a la OMS?

Ajeno a las protestas de Pekín, Azar dejó entrever este lunes  la posibilidad de que Taiwán figurase entre los invitados a formar parte de un nuevo organismo sanitario global si Estados Unidos decidiese crearlo una vez se oficialice su salida de la Organización Mundial de la Salud (OMS).


“Estados Unidos siempre ha sido y seguirá siendo el mayor financiador de la salud pública mundial. Todavía somos miembros de la OMS ya que el proceso (de salida) llevará tiempo (…). Pero tras nuestra salida de la OMS, trabajaremos con otros en la comunidad global para encontrar los medios adecuados para continuar con el apoyo de forma bilateral y multilateral”, explicó Azar.

Tras hablar de esta posible alternativa, Azar respondió a una pregunta sobre si la isla participaría de ella: “Por supuesto que hablaremos con Taiwán y otras entidades a medida que avancemos”.

En los últimos meses han aumentado las voces que reclaman la inclusión de Taiwán en la OMS tras su éxito en la contención del coronavirus. Taiwán no pertenece a la organización sanitaria mundial porque no es miembro tampoco de la ONU y Pekín exige a todo país que desee establecer lazos con China que los rompa con Taiwán, lo que le está dejando cada vez más aislado en el ámbito internacional.

A pesar de su cercanía geográfica a China, y de los lazos culturales y comerciales que unen ambas orillas del estrecho de Formosa, Taiwán fue de los primeros territorios a nivel mundial en establecer medidas profilácticas tras notificarse el primer brote del coronavirus en Wuhan (centro de China)Así pues, según datos oficiales del Centro para el Control de Enfermedades de la isla, desde el inicio de la pandemia solo se han registrado 480 contagios y siete fallecimientos.

Publicado en El Tiempo, disponible aquí