Trump no aplicará nuevos aranceles tras declarar tregua en guerra comercial con China




El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que las conversaciones con su homólogo chino, Xi Jinping, fueron “mucho mejores de lo esperado”, y se comprometió a no adoptar nuevos aranceles mientras continúen las negociaciones.

 

Trump y Xi acordaron el sábado relanzar las negociaciones comerciales tras una reunión entre ambos en el último día la cumbre del G20 en Osaka, Japón, marcada por el enfrentamiento entre las dos grandes potencias económicas.

 

Ya a la salida de ese esperado encuentro con Xi el mandatario estadounidense había apuntado que los dos habían mantenido una “muy buena” reunión. “Yo diría que excelente”, añadió.

 

En una serie de mensajes en la red Twitter, Trump apuntó que “la calidad de las transacciones es mucho más importante para mí que la velocidad. No tengo prisa, ¡y las cosas se perfilan muy bien!”

 

De acuerdo con Trump, las conversaciones “fueron mucho mejores de lo esperado. Hemos abierto negociaciones nuevamente con China y nuestra relación con ellos sigue siendo muy buena”.

 

En uno de sus tuits del domingo, Trump aseguró que como consecuencia de su conversación con Xi, China ha acordado “comprar enorme cantidad de productos agrícolas” estadounidenses.

 

El estadounidense también apuntó, sin dar detalles, a la posibilidad de suavizar el veto al gigante tecnológico chino Huawei, un punto sensible en la relación comercial entre ambas potencias, pero sin dejar claro si se trata de un giro en su política en esta cuestión hasta ahora.

 

La tregua es similar a la que declararon los dos mandatarios en el G20 del año pasado en Buenos Aires, a pesar de que unos meses después se reanudó la guerra comercial.

 

UE-Mercosur, antídoto al proteccionismo 

Casi a la misma hora en que Xi y Trump estaban reunidos, los líderes de la Unión Europea y del Mercosur hicieron una declaración solemne tras el acuerdo alcanzado el viernes en Bruselas para un ambicioso tratado comercial entre ambos bloques, que llevaba 20 años gestándose.

 

“Es casi un de las pocas buenas noticias que hemos tenido en meses en lo que todos creemos que es interconectar más estas economías”, dijo el presidente argentino Mauricio Macri, junto al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.

 

Detrás de ellos estaban los presidentes de Francia, Emmanuel Macron, la canciller alemana Angela Merkel, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, o el español Pedro Sánchez, entre otros, que escenificaron así su unidad y la apuesta por el multilateralismo frente al proteccionismo que defiende Trump. 

 

Difícil acuerdo sobre el clima 

 

No solo en la cuestión comercial hay visiones enfrentadas. Como ya pasó el año pasado en la cumbre de Buenos Aires, diecinueve de los 20 países miembros del G20, sin el acuerdo de Estados Unidos, reafirmaron este sábado, en el comunicado final, el compromiso para aplicar el Acuerdo de París y luchar contra el cambio climático.

 

Los firmantes recuerdan las “irreversibilidad” de este acuerdo, en una declaración final similar a la del G20 del año pasado pero que se enfrentó a la oposición de Estados Unidos.

 

Si hasta hace algunos años el tradicional comunicado final era un puro trámite en el que siempre se hacían declaraciones en defensa del multilatealismo y la lucha contra el clima, con la llegada de Trump se ha convertido en un campo de batalla.

 

En este sentido los analistas apuntan que este foro, creado en 2008 para aportar una respuesta a la crisis mundial, ha quedado desvirtuado por los intereses de cada país, que encarna Donald Trump con su serie ininterrumpida de entrevistas bilaterales con líderes de todo el mundo.

 

El presidente estadounidense volvió a ser el protagonista absoluto de la cumbre, con entrevista con el presidente ruso Vladimir Putin, el brasileño Jair Bolsonaro o el príncipe heredero saudita Mohamed bin Salmán.

 

Trump también anunció por sorpresa este sábado una propuesta al líder norcoreano Kim Jong Un para reunirse con él en la zona desmilitarizada (DMZ) que divide las dos Coreas, aprovechando su visita a Seúl.

 

Del saudita dijo que hace “un trabajo espectacular” y, aunque reconoció que el asesinato del periodista opositor Jamal Khasoggi le tenía “sumamente enfadado”, aseguró que “nadie” considera responsable al príncipe heredero.

 

Además del Mercosur, la agenda latinoamericana en Osaka estuvo marcada por una reunión del grupo de Lima, en presencia del primer ministro canadiense Justin Trudeau, el argentino Mauricio Macri y el chileno Sebastián Piñera. El grupo volvió a criticar al “régimen ilegítimo” de Nicolás Maduro en Venezuela y pidió una movilización internacional para ayudar a los venezolanos.

 

Publicado en El Espectador, disponible aquí

 

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