US$ 14.000 millones, meta de la inversión extranjera en el país

6 de febrero de 2018

Las proyecciones del Gobierno indican que industria, comercio y hoteles tomarían protagonismo.

El Gobierno calcula en grande la proyección de aterrizaje de capitales foráneos.

El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo (MinCIT) acaba de fijar un estimativo para la inversión extranjera directa (IED) en el 2018, por 14.000 millones de dólares.
La cifra representaría 4,3 por ciento del PIB, un nivel similar al que ha mostrado el indicador durante los últimos años. 

Lo anterior –según cálculos de EL TIEMPO– suponiendo que el año pasado el PIB (producción) del país creció 1,8 por ciento, a 313.644 millones de dólares, y en el 2018 lo haría al 3 por ciento, hasta 323.053 millones de dólares.

Respecto a la IED en el 2017, falta que el Banco de la República revele el dato de la Balanza de Pagos, que es el definitivo. Sin embargo, se estima que se ubicó alrededor de 12.500 millones de dólares, frente a los 13.743 millones de dólares del 2016.

La caída se debió a la ausencia de millonarias operaciones como la venta de Isagén, que en el 2016 ascendió a unos 3.700 millones de dólares, monto que en un 57,6 por ciento recibió la Nación y en 42,4 por ciento los socios minoritarios de la generadora eléctrica.
No obstante, la llegada de capitales en el 2017 resultó superior al estimativo del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, que era de 11.113 millones de dólares.
El alza de los precios del petróleo y el carbón y la estabilidad en el nivel de confianza de la economía, entre otros factores, hicieron que no se redujera sustancialmente frente al 2016.

También cabe destacar que la inversión extranjera directa recibió otro viento a favor cuando un tribunal de arbitramento condenó a Comcel Claro –firma controlada por la mexicana América Móvil– y a Movistar – la marca comercial de la española Telefónica– a pagarle al Estado 1.554,4 millones de dólares por la devolución de las redes e infraestructura para la prestación del servicio de telefonía móvil. 

Esto llevó a que la multinacional manita y la europea trajeran recursos al país para cumplir con el laudo. De hecho, entre julio y septiembre del 2017, la IED en comunicaciones y transporte –según explica Banrepública– saltó de 29 millones a 2.751 millones de dólares, es decir, más del 400 por ciento.

Paralelamente –de acuerdo con el portal www.losdatos.com–, las absorciones jurídicas de empresas ubicadas en territorios como Panamá, Bermudas, Islas Caimán e Islas Vírgenes Británicas, por parte de colombianas, habrían dado otro impulso a la IED el año pasado.
Los próximos años –de acuerdo con el Marco Fiscal de Mediano Plazo 2017–, el país requiere la IED en menor proporción del PIB para financiar el déficit de la cuenta corriente –cuenta de comercio y bienes de servicios y rentas entre el país y el resto del mundo– en niveles inferiores a los alcanzados tras el choque de los precios del petróleo en el 2015.

Optimismo austríaco

La paz podría ser el otro dividendo por cobrar del país para atraer IED. “Nos impresiona muy favorablemente el futuro de Colombia, todas estas oportunidades no hubiesen sido posibles sin la paz y también no hubieran sido posibles en los últimos 10 años”, afirma Hans Georg Andras, presidente de la compañía Panrail KG, proveedora de componentes ferroviarios, durante la visita de Estado en días pasados del presidente Juan Manuel Santos a Viena (Austria).

Mientras que Peter Gössner, representante de Don Bosco Service, indicó: “Tengo la impresión de que en los países latinoamericanos, Colombia es uno de los más prometedores en el momento”.
Por su parte, la viceministra de Comercio Exterior, Olga Lucía Lozano Ferro, dijo que “el fin del conflicto armado trae beneficios, no solo de apertura de mercados locales tradicionalmente excluidos, sino de sectores y espacios de inversión hasta ahora inexplorados”.

Hay barreras en el camino

Gremios y analistas, sin embargo, vienen advirtiendo sobre la pérdida de competitividad de la economía para atraer IED. La Andi lo aduce, entre otros, a la excesiva expedición de normas. 
Por ello pide la emisión de leyes orgánicas que delimiten las competencias de las autoridades nacionales y territoriales en aspectos tributarios y de explotación de recursos naturales. El gremio también considera que se debe contar con procedimientos claros sobre los requerimientos y alcances de las consultas con las comunidades. “En Colombia, en materia de impuestos, las empresas enfrentan un sistema complejo, con cambios permanentes y donde persiste una alta tarifa efectiva de tributación”, agrega el gremio en documentos recientes.

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Fuente: El Tiempo