En ese claro y oscuro las empresas afrontan un año de crecimiento económico fuerte, pero lento, con un progreso tecnológico desafiante y una combinación agridulce de desafíos y oportunidades.
Por: Maria Claudia Lacouture, Directora Ejecutiva de AmCham Colombia
Bogotá, 25 de enero del 2022 (AmCham Colombia)-. Por estos días escuché una referencia a la novela “Historia de dos ciudades” (1859) de Charles Dickens cuando dice que estamos en el mejor y el peor de los tiempos, en la edad de la sabiduría y la locura, en época de creencias e incredulidad, en la era de la luz y las tinieblas…
La tentación de citar a Dickens es especialmente poderosa este año, en un momento histórico de profunda intensidad en el que la tecnología moldea el desarrollo económico y los hábitos humanos, inmersos en una aldea global en la que el mundo se contrae con el progreso de las comunicaciones y la globalización.
Los comienzos de la segunda década del siglo 21 se han enmarcado bajo la sombra de una pandemia que nos alertó sobre lo vulnerable que es la humanidad y nos recordó que el desarrollo a cualquier costo puede acabar con nuestra propia existencia, que es momento de replantear algunos modelos, fortalecer la institucionalidad y evitar que la incertidumbre termine siendo el caldo de cultivo para falsos profetas, sobre todo en tiempos electorales.
Avanzamos a una velocidad de vértigo, con cambios permanentes, dentro de un espectro de claroscuros, ambivalente, en el cual tenemos que aprender a movernos, encontrar el rumbo y la estabilidad. En ese claro y oscuro las empresas afrontan un año de crecimiento económico fuerte, pero lento, con un progreso tecnológico desafiante y una combinación agridulce de desafíos y oportunidades.
Covid-19: Se avizora un punto de inflexión en la pandemia. El coronavirus seguirá con nosotros, pero la creciente inmunidad y la medicina permitirán la normalización productiva y de los viajes internacionales.
Crecimiento: El 2022 representará la transición entre la crisis y la recuperación, con un repunta fuerte, progresivo y menor al del 2021.
Inflación: Se espera tensión y moderación. La política monetaria de EE. UU. ya se está endureciendo y los mercados esperan que la Fed realice múltiples aumentos de las tasas de interés durante el año.
Comercio: La expansión del comercio internacional es causa y efecto de la recuperación. El comercio aumenta incluso en comparación con los niveles previos a la pandemia. Los acuerdos comerciales proliferan, pero no con EE. UU.
Cadenas de suministro: La pandemia y la lenta recuperación generan desafíos en la cadena de suministro, en particular por el aumento de la demanda de los consumidores, impulsada por la respuesta fiscal estadounidense a la pandemia.
China: Algunas cadenas de suministro se fueron de China debido a los aranceles estadounidenses y al aumento de los costos laborales, pero la mayoría no, incluso muchas empresas fortalecen sus lazos comerciales y de inversión con China.
Digitalización: Se prevé que en 2022 el tráfico global de internet sea 50% superior a 2020. La digitalización será clave para la competitividad, desde finanzas y atención médica hasta logística e inteligencia artificial.
Inversión directa: Los flujos de inversión se recuperaron a nivel mundial en 2021. Los países están perfeccionando sus ventajas competitivas.
Transición energética: Los costos de la energía limpia se reducen y las nuevas inversiones en áreas como el almacenamiento de energía, la nuclear avanzada y las tecnologías de hidrógeno prometen acelerar este progreso. Los desafíos requieren fortaleza y resiliencia, pero los nuevos tiempos, con dificultades, serán mejores.
Acompáñenos en nuestro nuevo Comité de Sostenibilidad, donde discutiremos los principales desafíos que las empresas en Colombia enfrentan en materia ...
El mejor y el peor de los tiempos
En ese claro y oscuro las empresas afrontan un año de crecimiento económico fuerte, pero lento, con un progreso tecnológico desafiante y una combinación agridulce de desafíos y oportunidades.
Por: Maria Claudia Lacouture, Directora Ejecutiva de AmCham Colombia
Bogotá, 25 de enero del 2022 (AmCham Colombia)-. Por estos días escuché una referencia a la novela “Historia de dos ciudades” (1859) de Charles Dickens cuando dice que estamos en el mejor y el peor de los tiempos, en la edad de la sabiduría y la locura, en época de creencias e incredulidad, en la era de la luz y las tinieblas…
La tentación de citar a Dickens es especialmente poderosa este año, en un momento histórico de profunda intensidad en el que la tecnología moldea el desarrollo económico y los hábitos humanos, inmersos en una aldea global en la que el mundo se contrae con el progreso de las comunicaciones y la globalización.
Los comienzos de la segunda década del siglo 21 se han enmarcado bajo la sombra de una pandemia que nos alertó sobre lo vulnerable que es la humanidad y nos recordó que el desarrollo a cualquier costo puede acabar con nuestra propia existencia, que es momento de replantear algunos modelos, fortalecer la institucionalidad y evitar que la incertidumbre termine siendo el caldo de cultivo para falsos profetas, sobre todo en tiempos electorales.
Avanzamos a una velocidad de vértigo, con cambios permanentes, dentro de un espectro de claroscuros, ambivalente, en el cual tenemos que aprender a movernos, encontrar el rumbo y la estabilidad. En ese claro y oscuro las empresas afrontan un año de crecimiento económico fuerte, pero lento, con un progreso tecnológico desafiante y una combinación agridulce de desafíos y oportunidades.
Covid-19: Se avizora un punto de inflexión en la pandemia. El coronavirus seguirá con nosotros, pero la creciente inmunidad y la medicina permitirán la normalización productiva y de los viajes internacionales.
Crecimiento: El 2022 representará la transición entre la crisis y la recuperación, con un repunta fuerte, progresivo y menor al del 2021.
Inflación: Se espera tensión y moderación. La política monetaria de EE. UU. ya se está endureciendo y los mercados esperan que la Fed realice múltiples aumentos de las tasas de interés durante el año.
Comercio: La expansión del comercio internacional es causa y efecto de la recuperación. El comercio aumenta incluso en comparación con los niveles previos a la pandemia. Los acuerdos comerciales proliferan, pero no con EE. UU.
Cadenas de suministro: La pandemia y la lenta recuperación generan desafíos en la cadena de suministro, en particular por el aumento de la demanda de los consumidores, impulsada por la respuesta fiscal estadounidense a la pandemia.
China: Algunas cadenas de suministro se fueron de China debido a los aranceles estadounidenses y al aumento de los costos laborales, pero la mayoría no, incluso muchas empresas fortalecen sus lazos comerciales y de inversión con China.
Digitalización: Se prevé que en 2022 el tráfico global de internet sea 50% superior a 2020. La digitalización será clave para la competitividad, desde finanzas y atención médica hasta logística e inteligencia artificial.
Inversión directa: Los flujos de inversión se recuperaron a nivel mundial en 2021. Los países están perfeccionando sus ventajas competitivas.
Transición energética: Los costos de la energía limpia se reducen y las nuevas inversiones en áreas como el almacenamiento de energía, la nuclear avanzada y las tecnologías de hidrógeno prometen acelerar este progreso. Los desafíos requieren fortaleza y resiliencia, pero los nuevos tiempos, con dificultades, serán mejores.
Publicado en La República, aquí
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