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Las claves de los nombramientos de Biden para su gabinete en EE. UU.

24 de noviembre de 2020

El presidente electo le apuesta a un giro de 180 grados en la política exterior de su país. 

Bogotá, 24 de noviembre de 2020 (El Tiempo)- El presidente electo Joe Biden ya había anunciado un giro de 180 grados en la política exterior estadounidense a partir de enero, cuando asumirá las riendas de la Casa Blanca. Ese giro quedó confirmado este lunes al conocerse los nombres de quienes ocuparán los cargos más relevantes en la diplomacia y el aparato de seguridad nacional de EE. UU.

Tres semanas después de su victoria en las elecciones presidenciales, Biden presentó a Antony Blinken como su nuevo secretario de Estado; a Jake Sullivan para el cargo de asesor de Seguridad Nacional; a Linda Thomas-Greenfield, como embajadora ante Naciones Unidas; al exsecretario de Estado John Kerry, como Enviado Especial para el cambio climático; y a Avril Haines, como su nueva directora de Inteligencia Nacional.

Entre los cinco suman décadas de experiencia en relaciones internacionales y una visión del mundo en la que EE. UU. regresa al tablero del multilateralismo tras cuatro años en retirada bajo Donald Trump.

De entrada, su tarea central será ejecutar tres de las prioridades que fijó el exvicepresidente en su campaña: reingresar al acuerdo sobre cambio climático de París, restablecer la relación con la Organización Mundial de la Salud y sumarse, nuevamente, al pacto que se firmó con las otras grandes potencias para la desnuclearización de Irán.

Así mismo, Biden confirmó el ingreso del primer latino a un cargo de alto relieve en la nueva administración demócrata. Se trata de Alejandro Mayorkas, un cubanoestadounidense (nació en Cuba en 1959) que se desempeñó como subsecretario para la Seguridad Interna en la segunda administración de Barack Obama (2013 al 2016). Abogado por formación, ha sido varias veces señalado como uno de los latinos más influyentes en el país.

“No tenemos tiempo que perder cuando se trata de nuestra seguridad nacional y nuestra política exterior. Necesito un equipo listo en el primer día en el cargo, para ayudarme a recuperar el lugar de liderazgo de los Estados Unidos, unir al mundo para hacer frente a los desafíos más importantes que enfrentamos y promover nuestra seguridad, prosperidad y valores”, afirmó el presidente electo al presentar a su equipo. 

“Estos individuos son experimentados y probados en situaciones de crisis, de la misma manera que son innovadores e imaginativos. Sus logros en la diplomacia son inigualables, pero también reflejan la idea de que no podemos hacer frente a los profundos desafíos de este nuevo momento con ideas anticuadas y sin cambiar los hábitos, o sin diversidad de trasfondos y perspectivas”, agregó. 

En el caso de Blinken, se trata de un funcionario con más de 30 años de experiencia en política exterior que inició su servicio asesorando al presidente Bill Clinton (1992-2000) y luego ocupó cargos de prominencia durante la administración de Obama. Primero como número dos en el Departamento de Estado y luego como asesor diputado en el Consejo Nacional de Seguridad.

Blinken es, además, una de las personas más cercanas a Biden, pues trabajó a su lado durante sus años en el Senado, la vicepresidencia y luego asesor principal en relaciones internacionales a lo largo de esta campaña presidencial.

Graduado de Harvard y de 58 años, es considerado un “centrista moderado” con posiciones de mano dura en algunos frentes y hasta algo de intervencionista. De hecho, se sabe que rompió notablemente con Biden y Obama en dos ocasiones cuando respaldó la acción militar tanto en Siria como en Libia. Una postura que seguramente facilitará su confirmación en el Senado si los republicanos logran retener su control de la Cámara Alta.

Blinken, además, es un gran conocedor de Colombia y ha visitado el país en varias ocasiones. En cierto sentido, es la antítesis de los funcionarios que nombró Trump para este mismo cargo. Primero Rex Tillerson, un directivo en la industria de los hidrocarburos sin experiencia alguna en diplomacia, y luego Mike Pompeo, excongresista de Kansas.

Blinken, además, es actualmente la cabeza de WestExec Advisers, una firma de asesoría en estrategia política que fundó con Michele Flournoy, otra exfuncionaria de la era Obama que se perfila como la primera mujer en ocupar la Secretaría de Defensa. Si esto se confirma, la dupla Blinken-Flourney en los dos cargos más relevantes de la nueva administración Biden otorgarían una armonía poco antes vista.

“Tony Blinken es una súper estrella y esto no es una hipérbole. Obama se dio cuenta y por eso me lo robó cuando llevaba cuatro años trabajando conmigo”,  dijo Biden en el 2013 al comentar su paso al Consejo Nacional de Seguridad en el 2013.

Con la selección de Blinken, Biden también envía un mensaje a los cientos de diplomáticos que abandonaron el servicio público en protesta a las políticas de Trump y a la comunidad internacional, que tuvo que adaptarse a las erráticas posturas de un presidente republicano que buscó alianzas con los rivales de EE. UU., pero en detrimento de las relaciones con países “amigos”. 

Thomas-Greenfield es una funcionaria con 35 años de experiencia en la carrera diplomática y se convertiría en la primera mujer afroestadounidense que llega a ese cargo en la ONU.

Tras la llegada de Trump al poder en 2017, abandonó la carrera e ingresó a la firma de la exsecretaria de Estado Madeleine Albright, a quien considera su mentora.
En este momento hace parte del equipo de transición de Biden, donde es la encargada de evaluar el “daño” que le hizo Trump al Departamento de Estado.

Sullivan, por su parte, tiene grados en las universidades de Yale y Oxford y cuenta a su vez con un palmarés que se extiende a la administración de Obama, donde trabajó como asesor de Hillary Clinton en el Departamento de Estado y luego con Biden en la vicepresidencia como su asesor diputado en seguridad nacional.

Exnúmero dos de la CIA durante los años de Obama, Haines sería la primera mujer en ocupar este cargo.

Con sus nombramientos Biden también dejó claro que en su gabinete habrá diversidad. De momento se ha inclinado por dos mujeres, un latino, dos afroestadounidenses y dos blancos.

Publicado en El Tiempo, disponible aquí