Trump Biden

¿Qué se puede esperar del debate de este martes entre Trump y Biden?

29 de septiembre de 2020

Entre los temas a discutir están: la pandemia, el racismo, la economía de EE. UU., entre otros.

Bogotá, 29 septiembre de 2020 (El Tiempo)- La campaña electoral en EE. UU. ha estado plagada de momentos críticos. Pero quizá ninguno tan vital como el debate público que sostendrán este martes el presidente Donald Trump y su rival demócrata Joe Biden en Cleveland, Ohio.

A menos de seis semanas de las elecciones y con las encuestas mostrando una carrera que se ha venido apretando en los últimos días, el desempeño de ambos en este primero de los tres ‘mano a manos’ es visto desde ya como una prueba de fuego que bien podría cambiar el curso de la carrera.

Sucede, además, en momentos de alta tensión en el país con un Trump sugiriendo que no piensa aceptar el resultado de las elecciones si pierde y el estallido de nuevas protestas raciales por el veredicto de un gran jurado en Kentucky que se abstuvo de elevar cargos contra los policías que mataron a una mujer afroestadounidense en marzo de este año.

Para añadir más leña al fuego está la polémica que se ha desatado por la nominación de una jueza conservadora para llenar la vacante que dejó en la Corte Suprema de Justicia el deceso de Ruth Bader Ginsburg y el coronavirus, que ha vuelto a resurgir en el país y ya se habla del inicio de una “segunda ola”.

En el ambiente de polarización extrema que se vive en el país, el mismo debate y su formato han dado pie para una fuerte controversia entre ambos partidos
El intercambio, que tendrá lugar en la sede de la Universidad de Case Western, será moderado por el presentador de la cadena Fox Chris Wallace, que ha sido el encargado de elegir los temas que se tratarán y las preguntas para los candidatos.

Y si bien Wallace es considerado uno de los periodistas más ecuánimes en este medio, ha sido clara la preferencia de Fox por el candidato republicano y los demócratas creen que jugará de local en este primer encuentro. De hecho, los temas que se escogieron han provocado ya protestas en la oposición.

El debate estará dividido en seis segmentos, cada uno de 15 minutos, y durará hora y media sin interrupciones para comerciales.

Los temas que Wallace escogió fueron el “récord de Trump y de Biden”, “la Corte Suprema de Justicia”, “covid-19”, “la economía”, “raza y violencia en nuestras ciudades” y la “integridad de las elecciones”.

Sucede, además, en momentos de alta tensión en el país con un Trump sugiriendo que no piensa aceptar el resultado de las elecciones si pierde y el estallido de nuevas protestas raciales por el veredicto de un gran jurado en Kentucky que se abstuvo de elevar cargos contra los policías que mataron a una mujer afroestadounidense en marzo de este año.

Para añadir más leña al fuego está la polémica que se ha desatado por la nominación de una jueza conservadora para llenar la vacante que dejó en la Corte Suprema de Justicia el deceso de Ruth Bader Ginsburg y el coronavirus, que ha vuelto a resurgir en el país y ya se habla del inicio de una “segunda ola”.

En el ambiente de polarización extrema que se vive en el país, el mismo debate y su formato han dado pie para una fuerte controversia entre ambos partidos
El intercambio, que tendrá lugar en la sede de la Universidad de Case Western, será moderado por el presentador de la cadena Fox Chris Wallace, que ha sido el encargado de elegir los temas que se tratarán y las preguntas para los candidatos.

Y si bien Wallace es considerado uno de los periodistas más ecuánimes en este medio, ha sido clara la preferencia de Fox por el candidato republicano y los demócratas creen que jugará de local en este primer encuentro. De hecho, los temas que se escogieron han provocado ya protestas en la oposición.

El debate estará dividido en seis segmentos, cada uno de 15 minutos, y durará hora y media sin interrupciones para comerciales.

Los temas que Wallace escogió fueron el “récord de Trump y de Biden”, “la Corte Suprema de Justicia”, “covid-19”, “la economía”, “raza y violencia en nuestras ciudades” y la “integridad de las elecciones”.

Según los demócratas, al enmarcar uno de los temas como “raza y violencia en nuestras ciudades” se le está haciendo un favor a Trump

Según los demócratas, al enmarcar uno de los temas como “raza y violencia en nuestras ciudades” se le está haciendo un favor a Trump, pues si bien las protestas por injusticia racial han desembocado en algunos episodios de violencia, en su gran mayoría han sido eventos pacíficos y limitados a muy pocas áreas.

“Al enmarcar el debate de esa forma se está tratando de dar crédito a la narrativa de Trump de que el país está sitiado por turbas de violentos y extremistas que están tratando de tomarse las ciudades y que él, como candidato de la ‘ley y el orden’, es el mejor equipado para enfrentarlas. Pero nada de eso está sucediendo. Y se minimiza, de paso, el origen de esas protestas, que es la violencia de la policía contra ciudadanos afros”, le dijo a este diario una fuente en la campaña de Biden.

Así mismo, piensan que hablar de la “integridad de las elecciones” es darle un espacio a Trump para que continúe atacando el voto ausente y deslegitimando de manera anticipada el resultado de las elecciones, pese a que no existe evidencia alguna de que el voto por correo se presta para fraude.

Por el lado del presidente afirman que Wallace siempre ha sido muy duro con Trump y resaltan que los otros dos debates que siguen serán moderados por periodistas de NBC y C-SPAN, medios que por lo general tildan de fake news.

Sea como sea, las apuestas son muy altas. Biden llega al debate con un terreno algo favorable, pues en gran parte lo que está por ser “juzgado” es el récord de Trump en estos cuatro años en la Casa Blanca. En ese sentido, el manejo que le ha dado al coronavirus y la crisis económica que la pandemia ha provocado lo ponen a la defensiva.

Algo que se ha venido reflejando en las encuestas, donde el exvicepresidente le saca entre 5 y 10 puntos de ventaja (6,6 en el promedio de encuestas de Real Clear Politics). Además, Trump lleva meses mofándose de las capacidades mentales de Biden, a quien suele llamar “Joe el dormido”. Esta semana hasta sugirió que Biden toma drogas y lo retó a un examen médico.

“Es el error más clásico en el mundo de los debates. Si bajas las expectativas de tu rival, elevas las propias y le permites al otro salir bien librado así no le vaya muy bien. Mientras Biden no cometa errores garrafales puede salir victorioso, pues Trump ya le dijo al mundo que está debatiendo con un inferior”, sostiene Todd Graham, director de debates en la Universidad de Southern Illinois.

Biden, además, ha demostrado en días recientes que maneja los temas con profundidad frente a un Trump que suele ser poco específico y tiende a irse por las ramas. Pero si algo demostraron los debates del 2015 y 2016 es que el presidente no es, para nada, un contrincante clásico.

Sin ser un experto destruyó en este formato a los 16 candidatos republicanos que lo enfrentaron durante la carrera por la nominación presidencial de su partido. Y entre ellos estaba el senador Ted Cruz, que se suponía era un “mago” a la hora de debatir.

Y lo hizo a través de un estilo desabrochado, poniendo apodos a sus rivales y convirtiendo los debates casi en peleas callejeras. “Para Trump, el fondo no es la sustancia sino proyectar autoridad y poder. Es la manera como lo percibe el público. Y sus años en la televisión lo volvieron un maestro en esto”, dijo Graham.

Si no que lo diga Hillary Clinton, que lo vivió en carne propia en el 2016.

Si bien hubo consenso en que ella ganó los tres debates, fue Trump el que a la larga salió mejor librado en el terreno de la opinión pública. Así mismo, la tendencia del presidente a exagerar o mentir abiertamente –de acuerdo con el Washington Post lleva más de 25.000 mentiras o verdades a medias desde que llegó a la Casa Blanca– hace muy difícil no caer en sus provocaciones.

“Trump –dice Graham– es como un instigador callejero que no respeta reglas a la hora de debatir y Biden necesita ajustar su estrategia si quiere prevalecer. Si no lo hace, puede que gane los debates en términos técnicos, pero podría perder en términos de imagen”.

Muchos piensan que a estas alturas y dada las profundas divisiones partidistas que existen en el país, los debates no influirán mucho en la decisión de votantes que hace rato se decantaron por uno u otro bando.

Puede ser. Pero en unas elecciones que podrían definirse por márgenes mínimos, la serie de intercambios que comienzan este martes bien podrían ser el peso que falta para inclinar la balanza.

Publicado en El Tiempo, disponible aquí