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Cacao

26 de junio de 2018

Cacao: una apuesta colombiana al mercado internacional
Octubre de 2014, Centro de Comercio e Inversión

Actualmente, el cacao se perfila como un producto que ofrece un creciente e interesante mercado gracias a su alta demanda a nivel mundial: solamente en 2013 alcanzó cerca de las 2.800.000 toneladas. Los países que más compran este producto son los europeos, con más de 1.2 millones de toneladas por año, y Estados Unidos, con 0.4 millones de toneladas anuales.
Colombia cuenta con grandes cualidades para el cultivo y producción de cacao, gracias a sus condiciones geográficas y agroecológicas. Hoy se cultiva cacao regular, que es el más conocido y del cual se deriva el chocolate que se consume regularmente, y el ‘Cacao de Fino Sabor y Aroma’ (CFA); una variedad que debe cumplir con requerimientos de calidad y procesos de elaboración específicos fijados por la Organización Internacional del Cacao
(ICCO) para comercializarse como tal. La capacidad de producir este tipo especial de cacao ubica a Colombia dentro de un selecto grupo de países en Latinoamérica (Ecuador, Perú y Venezuela) que maneja el 70% de la producción mundial de CFA, lo que a su vez representa una participación del 5% del total de la producción mundial de cacao sin categorizar.

En primer lugar, hoy Colombia pone en el mercado un promedio de 178
toneladas de cacao anuales, de acuerdo con cifras de la Organización
de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO),
ocupando así el segundo lugar después de Ecuador, que registra 571 toneladas al año. Esta cifra señala que el país no ha alcanzado su máxima capacidad de producción: las áreas cultivables que cumplen con las exigencias para tener un cacao fino y de aroma alcanzan los dos millones de hectáreas y solamente se está sembrando una décima parte de ese
total. Así mismo, los productores nacionales se ven estimulados a enfocarse en el cacao regular para consumo interno en vez de optar por la producción de CFA como artículo ideal de exportación.
Por otro lado, Colombia vende directamente el fruto sin una transformación importante; la fabricación de productos terminados o semi-acabados se da en los países importadores.
Esta tendencia representa un desafío de competitividad para los productores colombianos, ya que otros líderes en el mercado como Costa de Marfil, Ghana y Brasil están incursionando en la trituración y parte de la transformación del fruto con el objeto de tener una mayor plusvalía en las exportaciones.

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