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‘Toca volver a la época de exportar o morir’

29 de mayo de 2019

Hernando J. Gómez, exjefe negociador del TLC con EE. UU., dice que la estrategia de exportaciones no debe ser diseñada con base en la tasa de cambio.

 

Las exportaciones colombianas no despegan, el déficit de la cuenta corriente tiene prendidas las alertas del Estado y de los analistas, la productividad empresarial es baja y, como si fuera poco, ya han empezado a sentirse los efectos de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, generando un alto nivel de incertidumbre global, que incluso puede provocar una recesión mundial en el mediano plazo.

 

Portafolio habló con Hernando José Gómez, exdirector de Planeación Nacional y exjefe negociador del TLC con EE. UU., habló con Portafolio sobre el rumbo del comercio exterior colombiano, en medio de la crisis internacional en esta materia, debido al regreso del proteccionismo.

¿Qué hacer para dinamizar las exportaciones?

Los primero que tengo que decir es que las exportaciones colombianas no pueden depender de la tasa de cambio. La devaluación ayuda a unos pocos productos, especialmente los agropecuarios, pero a los demás sectores, al mismo tiempo que les mejora sus ingresos en pesos, les encarece los insumos, las materias primas, la maquinaria, los equipos, la tecnología y el endeudamiento externo porque los paga en dólares.

Entonces, ¿qué hacer?

Yo dividiría el tema en tres frentes: Impulsar las exportaciones de productos agrícolas nuevos, como aguacate y otras frutas. Esto es gigantesco, así la gente crea que el impacto de estos productos es mínimo. Solo en Estados Unidos, las compras de frutas y aguacateson de US$15.000 millones, y los empresarios colombianos puede morder un pedazo de esa tajada.

Yo veo que la diplomacia comercial iniciada por el Gobierno a través de los ministerios de Agricultura y de Comercio, para negociar los protocolos sanitarios y fitosantarios, está muy bien. Sin embargo, los compradores de Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea, no solo van a negociar el protocolo sino que quieren ver que seamos capaces de cumplirlo. 

Y ¿cómo lograrlo?

Se requiere que haya asociaciones más fuertes, con capacidad técnica e interlocución con el ICA para establecer las mejores prácticas. Si esto se hace hay posibilidad de exportar más.

¿Cuál es el segundo grupo de acciones que se requieren para exportar?

Es el tema de la agroindustria, es decir de los productos alimenticios procesados, al igual que el tema de la bioeconomía, es decir de los productos de belleza, cosméticos y farmacéuticos naturales y alimentos sanos. Solo este grupo de exportaciones podría sumar este año unos US$440.000 millones de dólares en el mundo. Ahí tenemos grandes oportunidades pero hay que darle prioridad al sector.

¿Cómo dinamizar las exportaciones de productos agroindustriales?

Es indispensable reducir los aranceles que afectan las importaciones de insumos, porque eso los vuelve no competitivos frente a las importaciones, y que además incentivan en contrabando. 

El problema es que la agroindustria tiene que comprar insumos caros y después no puede exportarlos porque el costo de producción es muy costoso. Mientras no eliminemos aranceles y las franjas de precios que existen hoy, va a ser imposible desarrollar la agroindustria en Colombia. Aquí también es necesario un aumento de la productividad empresarial.

¿Y el tercer punto?

En este grupo está todo el sector industrial propiamente dicho. Este sigue afectado por dos problemas: 1. Que los aranceles de las distintas cadenas son relativamente altos, y eso hace que los productos con valor agregado no sean competitivos en el exterior.

2. Los empresarios sienten que es más rentable vender en el mercado interno que en el externo. Nuestro empresariado no está acostumbrado a hacer inteligencia de mercados, a desarrollar productos para el exterior, a entender al consumidor y no le ayuda para nada los problemas de falta de infraestructura, dificultades de logística y los productos y trámites aún no son de estándar internacional.

En la industrial no estamos viendo nuevas líneas de producción y tampoco nuevo sectores. Las flores siguen siendo el último ejemplo de éxito exportador de Colombia, y por ahora el único producto promisorio es el aguacate. No hemos podido entrar a las cadenas globales de valor.

¿Qué hacer para salir de este círculo vicioso?

Toca volver a la máxima de la época del presidente Lleras Restrepo: ‘exportar o morir’, pero ahora no sirve la devaluación, y por temas fiscales y compromisos con la Organización Mundial de Comercio (OMC) es imposible regresar al CERT (Certificado de Reembolso Tributario). Ahora toca con productividad, reducción de costo país tipo transporte etc, inteligencia de mercados, diseño de productos y acceso a materias primas sin costos arancelarios. 

¿Por qué es difícil entrar a las cadenas globales de valor?

Porque nuestras empresas son muy pequeñas. Sin embargo, el programa de ‘Fábricas de Productividad’, del Ministerio de Comercio va a permitir que empresas pequeñas integren cadenas de productores. Debemos promover la llegada de inversión extranjera para la creación de empresas ancla que luego generen cadenas de proveedores, que promueven cambios y desarrollos de nuevos sectores. 

¿Y en qué estamos en balanza de pagos?

Tenemos que trabajar para reducir el déficit de la balanza de pagos. Ese es un problema serio porque las exportaciones no están reaccionando con la velocidad requerida. La misma reactivación de la economía colombiana genera más importaciones ya que demanda más insumos, equipos y tecnología y el déficit se amplía más. A ello se suma que el precio del petróleo está cediendo. 

¿Y cómo nos afecta la guerra comercial?

Esto ahonda el problema de las exportaciones, porque el panorama internacional lo que está mostrando es que de aquí a un año puede haber una recesión mundial, esto si se profundiza la guerra comercial entre Estados Unidos y China. En ese sentido, si no mejoramos la productividad de nuestras empresas y la capacidad de satisfacer la demanda externa, tendremos serios problemas. Por eso, el gran reto de las ‘Fábricas de Productividad’ es que sea de suficiente tamaño y ambicioso, es decir, que trate de llegar a un número grande de empresas medianas que puedan generar un efecto demostración para la economía.

¿Qué hacer para que los empresarios hagan un uso de los beneficios de los TLC?

Los Tratados de Libre comercio (TLC) nos dan un acceso preferencial a muchos mercados que no lo estamos aprovechando, porque no llegamos con productos competitivos, porque los empresarios están más interesados en los mercados internos que en los externos y porque tenemos insumos y procesos de exportación costosos.

Yo soy de los que piensa que Colombia no le puede seguir dando la espalda a Asia. Es claro que algo estamos haciendo mal, con los TLC, porque otros países, como México y Chile sí les han sacado provecho. 

 

 

Publicado en Portafolio, disponible aquí