Incertidumbre por confianza

9 de abril de 2024

La incertidumbre se mantendrá presente y no sabemos hasta cuando, pero lo que sí podemos hacer es construir propositivamente desde el esfuerzo propio, proponer y aprovechar las oportunidades.

Por: María Claudia Lacouture, Presidenta Ejecutiva de AmCham Colombia

Bogotá 09 de abril 2024 (AmCham Colombia)- La incertidumbre en un país se refiere a la imposibilidad de predecir un entorno que facilite proyectar estrategias a largo plazo debido a la indefinición o alteración de las variables políticas, económicas y sociales. En Colombia cada día sumamos hechos que nutren la incertidumbre, pero también es cierto que aquí, a pesar de coyunturas difíciles, las inversiones de largo plazo han sido rentables y esta resiliencia ha permitido construir confianza.

Variables como la inseguridad, los bloqueos a la movilización de productos, o propuestas como una constituyente, o declaraciones poco amigables frente al sector privado, o las diferentes interpretaciones de las normas, los eternos procesos en licencia previa, ambientales y negociación con comunidades, o la inacción de entidades como el Invima y la Creg, o la intervención progresiva en el sistema de salud que ha costado 30 años cimentar con resultados favorables en cuanto a cobertura y calidad, o la escasa ejecución del presupuesto, la desconexión institucional, o la dispersión regional son factores que alimentan la incertidumbre y limitan las oportunidades.

Todo puede mejorarse, incluso muchas cosas necesitan modificarse, pero no es destruyendo lo que funciona como obtendremos los mejores resultados, siempre será mejor explorar otras opciones.

Y sí, sería ideal que pasemos del discurso a la acción, que tengamos un gasto publico austero y eficiente, que se reactiven sectores como la infraestructura y la vivienda, que recuperáramos la inversión en petróleo y minería, etcétera, etcétera. Pero siendo realistas, esto depende de la voluntad de quienes gobiernan, de desbloquear la inercia y hacerlo posible.

Sin duda es importante que pudiéramos invertir en la exploración y producción de metales indispensables para la descarbonización del planeta, como lo son el cobre, aluminio y el ferroníquel, ya que por la demanda de vehículos eléctricos las materias primas y los equipos de energías renovables van al alza.

Pero también es cierto que hay caminos para pasar de la incertidumbre a la confianza y uno de ellos es llegar a las regiones con determinación, de la mano del sector privado -así lo piden alcaldes y gobernadores y coinciden sus representantes en el Congreso-, porque se pueden desarrollar apuestas productivas, establecer conexiones convenientes, construir cadenas de valor, de competitividad, alianzas para la modernización y el desarrollo tecnológico, para innovar y conquistar nuevos mercados internacionales en todos los sectores, incluyendo aquellos que ha mencionado el Gobierno como prioritarios.

La relocalización ofrece más oportunidades en medio de la fragmentación global. Un riesgo al alza para la actividad económica en América Latina el próximo año será la deslocalización. Riesgos geopolíticos crecientes están impulsando cambios en las cadenas de suministro globales, aunque estos cambios se encuentran todavía en sus primeras etapas todavía hay indicios de que algunas naciones de la región ya han comenzado a aprovechar.

La incertidumbre se mantendrá presente y no sabemos hasta cuando, pero lo que sí podemos hacer es construir propositivamente desde el esfuerzo propio, proponer y aprovechar las oportunidades, desalentar esa incertidumbre, que podamos cambiarla por confianza a través del esfuerzo conjunto, porque Colombia es los que nos une.