Edición 169 - Agroindustria 2021          


¡Por un mejor agro!

Foto Sáenz Fety

Por Alejandro Sáenz, Desarrollo de Negocios Sáenz Fety


Colombia cuenta con inmensas oportunidades para impulsar el sector agropecuario, pues dispone de los recursos para ello. El país posee una frontera agrícola de más de 40 millones de hectáreas, siendo catalogado como el sexto país con mayor riqueza hídrica a nivel mundial, su población en el campo corresponde a cerca del 30% de la población nacional. Lo anterior motivó a la FAO a nombrar a Colombia como uno de los 7 países con mayor capacidad de ayudar a la seguridad alimentaria mundial.

Hoy en día, el Estado tiene una deuda histórica con la ruralidad, atribuida a la debilidad de las políticas públicas y de su presencia en estas regiones. Frente a esta realidad, es innegable que el futuro del país y del agro van de la mano, para lo cual es necesario repensar el modelo de desarrollo y adoptar una política agroindustrial, empresarial e incluyente, que se traduzca en políticas estables que propicien la formalidad y la generación de valor compartido.

El nuevo modelo de desarrollo y la política planteada requieren como mayor reto un cambio de mentalidad. Es necesaria una mentalidad empresarial que lleve al sector agropecuario colombiano a un sector más productivo y sostenible.

Cuando los productores alcanzan tasas de crecimiento en su productividad cada vez más altas y sostenidas, se genera un círculo virtuoso con externalidades positivas para la sociedad. Al ser más eficiente, el productor tiene menores costos y mayores ganancias; sus trabajadores logran obtener un empleo de más calidad y mejor remunerado; el consumidor consigue mejores productos a un menor precio; el Gobierno puede recaudar más impuestos para financiar el gasto público y la inversión, y en términos ambientales se generan beneficios por producir lo mismo o más con menos insumos. Ese es el círculo virtuoso que desde Sáenz Fety promoveremos, aquel de un mejor agro.

Ahora bien, ¿Cómo lograr eso? En la parte macro existen los siguientes grandes retos. El primero de ellos es tener seguridad jurídica para tener certeza de esos predios donde se desarrollarán los proyectos. Lo segundo es tener el crédito como herramienta real de transformación en donde se financien los proyectos productivos más no los sujetos que pidan los créditos. Tercero, el fortalecimiento de la infraestructura es vital para mejorar la competitividad de los productos del campo. Cuarto, y parte fundamental de esa nueva visión, es tener una gobernanza adecuada de las instituciones públicas adscritas al Ministerio de Agricultura. Instituciones como el ICA son una piedra angular del desarrollo del campo y no pueden estar sujetas a fortines políticos del gobierno de turno. Ejemplos de esa gobernanza en sus instituciones homólogas tales como el SENASA en Perú prueban que es posible. El quinto punto es la innovación, innovación en todos los aspectos, desde los insumos que se utilizan para producir como los modelos productivos utilizados.

En la parte micro debemos mejorar la cantidad y la calidad de la producción y, por lo tanto, colocar demandas más altas a lo largo de la cadena. Al implementar tecnologías más avanzadas, mostrándolas y enseñándolas, los niveles de producción de los agricultores aumentarán; la calidad del producto aumentará; sus negocios crecerán. El consumo colombiano de vegetales aumentará y se abrirán nuevos mercados

En conclusión, un mejor agro nos traerá progreso, desarrollo y paz. Algo tan anhelado para nuestro país pero que solo se logrará con un cambio de mentalidad en donde la tecnología debe vencer cualquier ideología y donde el trabajo en conjunto entre Estado, academia y empresa privada debe ser la piedra angular de la estrategia.

Aprovechar las oportunidades que tiene Colombia en materia agrícola debe estar acompañado de una serie de estrategias que se fundamentan en la transformación del pensamiento de todos los actores de la economía. cada uno con un papel clavee importante. Sáenz Fety fomenta el desarrollo del sector en todas las vías.

Septiembre 2021