El desafío de transportar pruebas diagnósticas y tratamientos innovadores en Colombia
Por Roche
Miles de personas en diferentes puntos geográficos del territorio dependen de una gran logística para que su tratamiento llegue oportunamente.
Transportar medicamentos, pruebas diagnósticas y dispositivos médicos no es tan fácil como otras mercancías. Por tratarse de productos biotecnológicos y elementos de los cuales depende la salud de muchas personas, es preciso llevarlos con sumo cuidado para que lleguen en buen estado y con oportunidad a quienes los requieran. Esto incluye contar con grandes aviones cargueros, contenedores sofisticados con control de temperatura y una logística muy precisa para que el viaje de esos productos no tenga contratiempos.
Roche, empresa de salud suiza con presencia en más de 95 países como Estados Unidos, Alemania, Japón y Colombia, cuenta con un equipo de logística dedicado solo a eso: garantizar que las entidades de salud cuenten con las pruebas diagnósticas y medicamentos sin importar dónde se encuentren en el país para que los pacientes reciban el tratamiento adecuado a tiempo.
El proceso comienza mucho antes de que estos medicamentos y dispositivos estén listos para su embalaje, y abarca tener plantas de producción alternas en Japón, Alemania y Estados Unidos por si suceden eventos naturales o contingencias que impidan a una sede continuar con la fabricación de los mismos. También implica realizar estudios sobre la demanda del producto en cada país para que no haya desabastecimiento y los pacientes puedan recibir el medicamento cuando el médico tratante lo considere.
Uno de los factores cruciales de cualquier envío desde una de las plantas de producción en Estados Unidos o desde la sede en Basilea a Colombia es la temperatura de los medicamentos, que debe oscilar entre dos y ocho grados centígrados. “Son medicinas que se pueden dañar fácilmente si superan esos rangos”, dice José Hurtado, gerente de logística de Roche Colombia. Por esta razón se usan contenedores calificados con capacidad de mantener la cadena de frío por unos días. Estos llevan un dispositivo de trazabilidad de temperatura que envía señales WiFi o satelital para cerciorarse de que no haya desviaciones. “Aquí la falta de información es crítica. En el momento en que pierdes la trazabilidad, ya puedes dar el producto por perdido”, aseguró Hurtado.
El proceso aduanero es rápido porque la compañía tiene todos los documentos preparados en Bogotá. En máximo un día hábil el embarque está en el centro de distribución en Colombia de 4.545 metros cuadrados -de los cuales 587 son para cuartos fríos-, ubicado en Cota, Cundinamarca, que es operado por Bomi, uno de los líderes en logística en el país. Los cuartos fríos de este centro están equipados para continuar con esa cadena que garantizará la buena calidad del producto.
Este lugar es la primera parada de los productos que llevan todo el conocimiento e innovación que desarrollaron médicos y científicos de Roche en el mundo. Desde ese centro de distribución al cual le llamamos “el corazón de Roche”, la empresa de salud pone al alcance de sus pacientes en Colombia medicamentos en áreas como oncología, enfermedades huérfanas, atrofia muscular espinal, hemofilia, entre otras. Además de esto, el centro alberga pruebas diagnósticas tanto de laboratorio centralizado como moleculares, de patología, point of care y diabetes care, que permiten identificar y tomar decisiones a tiempo en prevención, detección, diagnóstico, pronóstico y monitoreo de enfermedades.
En el último año el centro suministró 731.000 tratamientos para miles de colombianos y solo en 2022 entregó en el país 168 millones de pruebas. El centro de distribución los alberga con las mejores prácticas y procedimientos para el uso eficiente y responsable de los recursos. De hecho, la protección del medioambiente para la construcción del centro implicó seguir claras metas en materia de ahorro de energía, agua y reducción de huella de carbono.
El objetivo principal del centro es servir de lugar de distribución para todo el país. A las ciudades principales es fácil llegar por avión. “El reto son los sitios más complejos como San Agustín o Plato, Magdalena. En ese caso las medicinas deben tener un camión dedicado”, dice Hurtado. Y en ese marco, el desafío más grande de la logística son las contingencias, que en Colombia pueden ser desde derrumbes, hasta huelgas. En ese sentido, el papel más importante del equipo es reaccionar rápido frente a estas circunstancias.
Paul Santamaria, líder de cadena de suministro y logística de Roche, recuerda cómo, en momentos en donde hay cierre de vías o suspensión de vuelos, se buscan diferentes maneras para lograr que los medicamentos lleguen a su destino final, “se ha considerado usar los helipuertos de las IPS y hemos tenido a disposición vehículos dedicados”.
Para evitar que los medicamentos sufran en caso de accidente los contenedores y empaques están desarrollados a prueba de temperaturas extremas, humedad y resistencia a caídas. De hecho, Roche ha trabajado localmente con proveedores para mejorar las neveras existentes de modo que tengan esa autonomía para hacer estos viajes terrestres, lo que ha significado un gran intercambio de conocimiento para el país.
“Siempre estamos abiertos a compartir buenas prácticas para que la cadena completa del sistema de salud cumpla con los requisitos de calidad de los productos de Roche porque no importa qué tan bien lo hagamos nosotros, si hay una desviación en el manejo del producto al final de esta cadena de distribución, nuestro interés será siempre el paciente”, dice Santamaria.
La entrega de un envío es dispendiosa e incluye un proceso técnico en el cual un químico farmacéutico entrenado comprueba que estos lleguen correctamente y revisa la documentación para garantizar que el registro sanitario coincida con el contenido de las cajas. Este proceso puede llevar varias horas debido a la cantidad de transportistas que las IPS reciben diariamente. Además, se hacen entrenamientos a las IPS y distribuidores en el correcto manejo de cadena de frío, aplicación y disposición final de los residuos.
En cada kilómetro que se recorre, la prioridad siempre será ese paciente. Estos productos no se pueden desabastecer ni alterar por la importancia intrínseca que encierran, y es ser potenciales salvadores de vidas. Muchos dependen de ellos y en ese sentido todo el recorrido del sitio de producción hasta la IPS o las farmacias son considerados un asunto de vida o muerte.
Febrero 2023