editorial          


Viabilidad empresarial para el cierre de brechas

María Claudia Lacouture P.

Presidenta ejecutiva, Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham Colombia)

directora@amchamcolombia.com.co @mclacouture


Los ojos de buena parte del país están puestos desde hace algunos días, y con seguridad en las próximas semanas, en el Congreso de la República, escenario por donde transitan las principales reformas sociales que ha propuesto el Gobierno Nacional. Es importante mantener los reflectores allí para cerciorarnos de que las nuevas normativas estén en sintonía con las reales necesidades del país, para que haya mejora sustancial en los procesos, en la calidad de vida de los colombianos, para que se legisle por el bien común y el interés general.

Desde AmCham Colombia hemos planteado que, cualquiera que sea la reforma, se cambie lo que está mal, se mejore lo mejorable y se construya sobre lo construido, que se avance en fortalecer los sistemas de salud, laboral y pensional sin afectar el sistema productivo, puesto que hay razones bien fundadas sobre el riesgo de que demos un salto hacia el pasado en lugar de construir un trampolín para el futuro, y así lo hemos hecho saber ante diferentes congresistas de todos los partidos políticos con quienes hemos tenido oportunidad de conversar y exponer nuestros puntos de vista.

Un elemento que consideramos pilar de todas las discusiones está relacionado con la viabilidad del tejido empresarial que es parte fundamental del crecimiento del país, fuente primaria de empleo, sus impuestos contribuyen al gasto social, al desarrollo regional, a la cohesión comunitaria. Su eficiencia y rentabilidad garantizan la prosperidad de su entorno y cualquier cambio en las reglas del juego tiene implicaciones en todos los niveles.

Hoy los colombianos se enfrentan a muchas brechas: de pobreza, de género, de acceso digital, a la educación, a la salud, al acceso financiero, a la tecnología, y a las oportunidades en general, y son más notorias en el campo, donde las condiciones básicas son paupérrimas y las brechas más profundas. El cierre de brechas en una democracia se logra dentro de un proceso de buenas prácticas que permitan crear riqueza, obtener más recursos para la inversión social, e implica que haya una coordinación permanente y armónica entre todos los actores sociales, donde el sector productivo tiene un papel preponderante. Y, sobre todo, se requiere eficiencia y transparencia en el gasto, que las acciones tengan más carácter técnico y menos político.

Ello hace indispensable tener la claridad sobre el rol del tejido empresarial para reducir las brechas y poder, a través de un trabajo conjunto coordinado, cada uno desarrollando acciones de acuerdo con su experiencia, conocimiento, y posibilidades poder lograr exitosamente el resultado, que se logren las eficiencias y la efectividad requeridas. En esta ecuación entran las acciones de política pública, de justicia, seguridad, de desarrollo económico donde cada actor tiene un papel para jugar y no se puede pretender que uno solo cumpla con los requerimientos de otros: direccionar el crecimiento hacia un modelo inteligente, sostenible e inclusivo y bajo el concepto de que todos los actores son responsables de crear valor.

Desde AmCham Colombia seguiremos impulsando la labor del tejido empresarial, convencidos que su papel en la sociedad va más allá de su exclusiva labor de negocio y que es el principal generador de empleo del país y que para seguir avanzando en ese sentido necesita de certidumbre jurídica y reglas claras que permitan su sostenibilidad y así contribuir al cierre de las brechas sociales que tanto nos agobian hoy en día.

Abril 2023