Desarrollo agroindustrial requiere un enfoque integral y competitivo en Colombia

Representantes del gobierno nacional y el sector privado, en foro de AmCham Colombia, resaltaron la importancia de incorporar instrumentos de política pública en el acompañamiento y tecnificación de la producción agrícola en el país.

Bogotá, 26 de febrero de 2024 (AmCham Colombia). – Un enfoque intersectorial que atienda al uso de mecanismos sanitarios y fitosanitarios, el acceso a la tierra, el impulso a clústeres productivos, la innovación y tecnología, e investigación destaca cada vez más como un imperativo en el aprovechamiento de las oportunidades de desarrollo y tecnificación agroindustrial.

En esto coincidieron Juan Fernando Roa, gerente general del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), Zamir Silva Moreno, subdirector de comercialización y financiamiento agropecuario del Departamento Nacional de Planeación (DNP), Rubén Darío Lizarralde, exministro de Agricultura, y Alejandro Sáenz, managing director de Turflor, durante el foro “Desarrollo agroindustrial: potencialización de capacidades productivas de Colombia, realizado por la Cámara de Comercio Colombo Americana, AmCham Colombia con el apoyo de Cargill.

Según el gerente general del ICA, los avances sanitarios, fitosanitarios, y regulatorios conforman uno de los puntos prioritarios para lograr una diversificación de mercados en Colombia. Esto siendo reflejado en acciones conjuntas que permiten salvaguardar la competitividad del país a nivel regional, “podemos mantener un estatus como país auto declarado libre de influenza aviar de alta patogenicidad”, indicó el directivo.

Así mismo, Roa indicó que el uso de instrumentos de regulación flexibles focalizados a pequeños y medianos productores, y grupos de menor capacidad productiva sobresale como un asunto fundamental en la hoja de ruta del ICA, donde la flexibilización normativa y las adecuaciones de tipo competitivo suponen un eje central en el fomento al sector y la creación de clústeres productivos.

“Una flexibilización de los requisitos en donde se pueda, pero sin desconocer los criterios técnicos y los estándares mínimos de protección sanitaria”, aseguró Roa. Al respecto, se puntualizó el trabajo mancomunado con sectores como fertilizantes, plaguicidas, químicos de uso agrícola, bioinsumos, registros de laboratorios, y productos farmacéuticos y veterinarios.

Innovación, tecnología e investigación, insumos para el desarrollo

Zamir Silva Moreno, subdirector de comercialización y financiamiento agropecuario del DNP, refirió a “los mínimos que se requieren” para impulsar el sector agrícola, a través de bienes públicos, que van desde el otorgamiento de crédito, instrumentos de financiación y seguros agropecuarios, hasta asistencia técnica, innovación, mejoras logísticas, y transferencia de conocimiento. Esto alineado con una visión de crecimiento sostenido en los encadenamientos productivos y las potencialidades del sector agrícola.

Según Rubén Darío Lizarralde, exministro de Agricultura, actualizar el censo rural agropecuario mediante el uso de tecnología avanzada se requiere para contar con información pertinente que atienda a las necesidades de la agroindustrial. “La tecnología en muchos campos nos puede dar la herramienta para enfrentar los mercados internacionales, para tomar decisiones desde el Departamento Planeación Nacional (DNP) o desde el mismo sector privado”, sostuvo.

Por su parte, Alejandro Sáenz, managing director de Turflor, instó en la pertinencia de abordar la cadena productiva agroindustrial en cada uno de sus niveles, incluyendo sus fases iniciales en investigación hasta etapas de financiación de proyectos, y formación técnica. En este sentido, se resaltó la importancia de una mayor eficiencia en torno a la disponibilidad de semillas y el uso de complementos que aseguren un correcto funcionamiento del sistema productivo.

Acceso a la tierra, una condición necesaria

De acuerdo con Silva, el acceso a la tierra supone un factor importante para el desarrollo agroindustrial del país, no solo en su función social, sino también en el apoyo a proyectos productivos. Esto acompañado de estrategias que dinamicen el sector y garanticen un crecimiento conjunto, donde grandes industriales permitan a jalonar a medianos y pequeños productores.

Establecer un acuerdo entre múltiples actores de la cadena agropecuaria, tales como la administración pública, las empresas y productores y la academia será fundamental para consolidar un entorno productivo en la tierra en el país. “Son millones de hectáreas que tenemos que ni siquiera tienen propietarios, donde se pueden hacer cosas extraordinarias que ya algunas empresas lo están haciendo”, aseveró Rubén Darío Lizarralde, el exministro de Agricultura.

Lo anterior comprendiendo barreras adicionales que enfrenta el sector agrícola en materia de financiamiento, particularmente campesinos y productores a nivel nacional que no cuentan con requisitos de propiedad de tierras, según Lizarralde. “A quien que posee la tierra sin título no le dan la opción de acceder al crédito, ni al desarrollo agroindustrial, ni agrícola individualmente, o en compañía de alguien, a través de cooperativas o asociaciones”, indicó.

Vea el foro “Desarrollo agroindustrial: potencialización de capacidades productivas de Colombia, realizado por la Cámara de Comercio Colombo Americana, AmCham Colombia con el apoyo de Cargill aquí 

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