El presidente estadounidense, Donald Trump, predijo que lograría un pacto comercial con China, buscando aliviar las tensiones derivadas de su disputa después de que los mercados se hundieron en respuesta a anuncios de aranceles de ambos países.
Trump dijo, tras la cumbre del G-7 en Biarritz, que creía que China era sincera sobre querer alcanzar un pacto, citando lo que describió como una creciente presión económica sobre Pekín y la pérdida de empleos en el gigante asiático.
El viceprimer ministro Liu He, quien ha liderado las conversaciones con Washington, sostuvo el lunes que China estaba dispuesta a resolver la disputa comercial a través de negociaciones “tranquilas” y se opuso a la escalada del conflicto.
Trump dijo que los comentarios de Liu son una señal positiva, destacando su alto rango, y reiterando que funcionarios de Comercio de Pekín se habían puesto en contacto con sus pares estadounidenses y que habían ofrecido a volver a la mesa de negociaciones, algo que China no confirmó.
“Creo que tienen muchas ganas de lograr un acuerdo. Creo que fue tratado anoche. El vicepresidente de China salió y dijo que quiere un pacto”, afirmó Trump.
“Mientras más esperen, más difícil será reponerlo (el acuerdo), si es que se puede reponer”, agregó Trump durante una conferencia de prensa conjunta con el mandatario francés, Emmanuel Macron. “No creo que tengan opción”.
Días después de referirse al presidente Xi Jinping como un enemigo, colmó de elogios a su par chino dos veces el lunes, a quien se refirió como un “gran líder” y “hombre brillante”.
En Pekín, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Geng Shuang, dijo que no había sabido de una llamada telefónica entre las dos partes. El Ministerio de Comercio de China, que generalmente publica declaraciones sobre llamadas comerciales, no respondió a solicitudes de comentarios.
El conflicto comercial entre las dos economías más grandes del mundo se agravó el viernes. Trump anunció gravámenes adicionales a productos chinos por un valor de 550.000 millones de dólares horas después de que China reveló aranceles sobre 75.000 millones de dólares en bienes estadounidenses.
El domingo, la Casa Blanca dijo que Trump lamentaba no aumentar aún más los aranceles. Pero el presidente también pareció recular en su amenaza de ordenar a las compañías estadounidenses que salgan de China.
Liu, el principal asesor económico de Xi dijo en una conferencia tecnológica en Chongqing, en el suroeste de China, dijo que “estamos dispuestos a resolver el problema a través de consultas y cooperación en una actitud tranquila y nos oponemos resueltamente a la escalada de la guerra comercial”.
Trump dice que acuerdo con China se acerca
El presidente estadounidense, Donald Trump, predijo que lograría un pacto comercial con China, buscando aliviar las tensiones derivadas de su disputa después de que los mercados se hundieron en respuesta a anuncios de aranceles de ambos países.
Trump dijo, tras la cumbre del G-7 en Biarritz, que creía que China era sincera sobre querer alcanzar un pacto, citando lo que describió como una creciente presión económica sobre Pekín y la pérdida de empleos en el gigante asiático.
El viceprimer ministro Liu He, quien ha liderado las conversaciones con Washington, sostuvo el lunes que China estaba dispuesta a resolver la disputa comercial a través de negociaciones “tranquilas” y se opuso a la escalada del conflicto.
Trump dijo que los comentarios de Liu son una señal positiva, destacando su alto rango, y reiterando que funcionarios de Comercio de Pekín se habían puesto en contacto con sus pares estadounidenses y que habían ofrecido a volver a la mesa de negociaciones, algo que China no confirmó.
“Creo que tienen muchas ganas de lograr un acuerdo. Creo que fue tratado anoche. El vicepresidente de China salió y dijo que quiere un pacto”, afirmó Trump.
“Mientras más esperen, más difícil será reponerlo (el acuerdo), si es que se puede reponer”, agregó Trump durante una conferencia de prensa conjunta con el mandatario francés, Emmanuel Macron. “No creo que tengan opción”.
Días después de referirse al presidente Xi Jinping como un enemigo, colmó de elogios a su par chino dos veces el lunes, a quien se refirió como un “gran líder” y “hombre brillante”.
En Pekín, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Geng Shuang, dijo que no había sabido de una llamada telefónica entre las dos partes. El Ministerio de Comercio de China, que generalmente publica declaraciones sobre llamadas comerciales, no respondió a solicitudes de comentarios.
El conflicto comercial entre las dos economías más grandes del mundo se agravó el viernes. Trump anunció gravámenes adicionales a productos chinos por un valor de 550.000 millones de dólares horas después de que China reveló aranceles sobre 75.000 millones de dólares en bienes estadounidenses.
El domingo, la Casa Blanca dijo que Trump lamentaba no aumentar aún más los aranceles. Pero el presidente también pareció recular en su amenaza de ordenar a las compañías estadounidenses que salgan de China.
Liu, el principal asesor económico de Xi dijo en una conferencia tecnológica en Chongqing, en el suroeste de China, dijo que “estamos dispuestos a resolver el problema a través de consultas y cooperación en una actitud tranquila y nos oponemos resueltamente a la escalada de la guerra comercial”.
Publicado en La República, disponible aquí
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