Edición 178 - Sostenibilidad: Energía Renovable 2022          


Hacia Net Zero, ¿Cómo podemos salvar nuestros Edificios y Ciudades del mañana?

Foto AECOM Colombia

Por AECOM Colombia


Los edificios y la construcción son responsables de cerca del 39 por ciento de todas las emisiones de carbono a nivel mundial, y las emisiones operativas de la energía solo representan el 28 por ciento. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas ha hecho sonar la alarma y ha dicho: “Cualquier nuevo retraso en la acción global anticipada concertada sobre adaptación y mitigación perderá una breve y rápida ventana de oportunidad para asegurar un futuro habitable y sostenible para todos”.  

En Colombia, el pasado mes de junio de 2022 fue presentada la Hoja de Ruta de Edificaciones Neto Cero Carbono, la cual establece acciones a corto, mediano y largo plazo para toda la cadena del sector de la construcción: que incluye la planificación urbanística, materiales, transporte y distribución, diseño, etiquetado, certificación, uso de agua y energía, gestión de residuos.

Pese a las alarmantes cifras del IPCC, asociadas a la industria de la construcción, en Colombia, de acuerdo con el documento de la Hoja de Ruta de Edificaciones Neto Cero Carbono, la línea base de emisiones GEI de las edificaciones es menor a la global: “las emisiones de las edificaciones representan alrededor del 7% de las emisiones nacionales. Cuando se excluyen las emisiones del sector Agricultura, Silvicultura y Uso del Suelo (AFOLU, por sus siglas en inglés), se observa un aporte de las edificaciones que varía entre 16,4% en 2020 a 11,9% en 2050. Por su orden de magnitud, las generadas por las edificaciones son comparables con las que genera la industria nacional” (Universidad de los Andes & Hill, 2021)”.

Fuente: UN Environment and Int. Energy Agency
Fuente: Hoja de Ruta de Edificaciones Cero Carbono (CCCS)

Lo anterior, indica que en nuestro país si bien no hemos aún alcanzado las alarmantes cifras globales, si se evidencia una clara tendencia, la cual demuestra que la industria de las edificaciones es esencial para lograr los compromisos climáticos establecidos en el Acuerdo de París y debido a la importancia de ésta en la economía, se convierte en parte fundamental dentro de la estrategia climática de largo plazo del país y convierte al sector de la construcción en uno de los sectores con gran potencial de mitigación e influencia para el cumplimiento de las metas globales a 2050.

Si bien es cierto, se han venido adelantando acciones importantes de tipo normativo, técnico y legislativo de mitigación ante los impactos negativos en el cambio climático, y de igual manera el gobierno nacional y los actores públicos locales han incorporado este asunto como parte fundamental de sus agendas y por ende para la consecución de recursos que puedan financiar dichas iniciativas y estrategias, la evaluación del escenario del IPCC demuestra que limitar el calentamiento a menos de 1,5°C requiere que las emisiones globales de gases de efecto invernadero alcancen su punto máximo entre 2020 y 2025 a más tardar y se reduzcan en al menos un 43% para 2030. Esto indica que, sin una acción proactiva radical, va a ser muy difícil lograrlo.

Como contribuyente clave de las emisiones de carbono, la industria de la construcción debe sin duda alguna responder. Necesitamos construir edificios, espacios públicos e infraestructuras flexibles y positivas en carbono, al mismo tiempo que actualizar y adaptar nuestros activos existentes para reducir la huella.  

Sin cambios, los edificios de antaño no prosperarán en una sociedad neta cero y pueden convertirse en “activos varados”, convirtiéndose en uno de los mayores desafíos que enfrenta el sector inmobiliario y de infraestructura en la actualidad. Estos edificios continuarán impactando negativamente nuestra capacidad para cumplir con los objetivos de carbono y los costos de funcionamiento aumentarán. Por tal razón, debemos actuar ahora para evitar que estos activos se vuelvan menos deseables para los futuros usuarios e inquilinos y menos valiosos para los inversores y propietarios.   

Para alcanzar los objetivos establecidos en el Acuerdo de Paris, que pretenden limitar el calentamiento global a muy por debajo de los 2 grados centígrados, debemos considerar toda la vida operativa de un activo. La reducción de las emisiones operativas requiere un enfoque multifacético, que impulse la eliminación de carbono en la energía, los residuos, el combustible, los refrigerantes, el agua y las aguas residuales, y el transporte. Esto incluye tomar, entre otras, algunas acciones como:

  • Reacondicionar los activos existentes para la resiliencia.
  • Priorizar la clasificación de los edificios existentes para reducir las emisiones operativas: la búsqueda de cero emisiones netas no tiene por qué tener el alto costo de las emisiones incorporadas de los nuevos desarrollos.
  • Repensar el diseño de nuevos edificios, espacios públicos e infraestructura y analizar cómo actualizamos el “stock“ de los existentes para satisfacer nuestras cambiantes necesidades ambientales y sociales.
  • Explorar cómo actuar para eliminar el carbono operativo y el de la construcción, desde el mismo proceso de planificación y diseño, se puede cambiar drásticamente la resiliencia de un edificio e impactar el nivel de riesgo asociado para los propietarios e inversores, para esto, las normas de sostenibilidad como BREEAM, LEED, CASA y WELL, entre otras, proporcionan un marco para la planificación del desarrollo sostenible y pueden ayudar a establecer escenarios más claros de los impactos en el desarrollo.
  • Las políticas de la incentivación desempeñan un papel integral en la educación, el manejo inteligente de los recursos, desechos, la equidad y la movilización, serán vitales para alcanzar rápidamente los objetivos de carbono.
  • Incorporar políticas y acciones claras para dar forma a la resiliencia climática, como sistemas de fijación de precios, planes de reducción de emisiones que sean de fácil acceso y comprensibles para las comunidades, al igual que políticas para detener paulatinamente la venta de automóviles con motor de combustión interna.
  • Planificar y diseñar estrategias de Ciudad Inteligente que permitan hacer uso más eficiente de los recursos, disminuir los tiempos de desplazamiento con información en tiempo real y el uso prioritario de energías renovables.
  • Incorporar en la planificación y diseño de nuestras ciudades el paisajismo como elemento clave de nuestros proyectos, donde las soluciones basadas en la naturaleza (NBS) tienen un papel protagonista.
  • En términos de infraestructura y movilidad, deben ser prioridad los viajes sostenibles y la conectividad de sus redes, que debe articularse claramente en la asignación de inversión local. Las soluciones varían dependiendo de los desafíos locales, especialmente si tenemos en cuenta, las condiciones geográficas y climáticas tan diversas existentes en un país como el nuestro. 
  • El mercado de la movilidad ofrece múltiples alternativas que van desde servicios de movilidad compartida hasta vehículos de micro movilidad, todas mostrando potencial para reemplazar modos de viaje insostenibles. Se debe poner a disposición de los usuarios una oferta competitiva, una red de transporte sostenible altamente conectada que incluya el transporte público, el vehículo eléctrico, la bicicleta, el caminar y el scooting. El gasto público asignado en infraestructura de viajes sostenibles, marketing y subsidios de transporte público refleja una visión estratégica de una autoridad local que se toma en serio los objetivos de emisiones

Con estos, entre muchos otros aspectos, con el apoyo adecuado, buena articulación y sinergia entre el sector público y el privado, podemos diseñar y actualizar nuestros edificios, espacios públicos, infraestructura y comunidades, para crear activos resilientes al clima, que sirvan a nuestro planeta y comunidad.

Eliminar el carbono operacional y el carbono incorporado, no es solo un responsable sentido comercial, que se convierte en un deber ético para todos quienes estamos involucrados en el mundo de la consultoría, el diseño y la construcción, sino que se hace fundamental para un futuro habitable y sostenible para nosotros y especialmente para las generaciones futuras.

Agosto 2022