Descentralización, autonomía y adaptabilidad: los tres conceptos básicos del mundo laboral de la post-pandemia

Por María Hoyos, PR manager South LATAM & Costa Rica de WeWork

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La pandemia cambió múltiples cosas en el ámbito laboral y en las dinámicas mismas de los equipos de trabajo. Antes del 2020, era impensable que una sola compañía pudiera tener más de una oficina en diferentes partes de la ciudad o, por ejemplo, los colaboradores generalmente desarrollaban habilidades que impactaban directamente sus funciones, objetivos y logros de manera individual, en donde tener control de sus actividades, funciones y tiempo, era casi que fundamental para los líderes y las compañías.

El cambio forzoso y casi imperativo que nos trajo el covid-19 en materia laboral a nivel mundial, adelantó una discusión que, probablemente, no habría traído resultados ágilmente, como en efecto sucedió, si no hubiéramos tenido que acomodarnos y acostumbrarnos a trabajar a distancia, por medio del uso de la virtualidad y desarrollando niveles de confianza entre el empleador y el empleado que antes eran casi que impensables.

Hablemos de cómo los colaboradores y su bienestar se posicionaron como la prioridad número 1 para las compañías: la “Gran Renuncia” se convirtió en un concepto mundial al que muchas personas acudieron cuando tuvieron que regresar a la presencialidad en sus trabajos de la manera tradicional. Después de casi dos años trabajando de manera remota, los colaboradores se negaron a volver a desperdiciar tiempo de calidad en el tráfico al desplazarse de su casa a la oficina y viceversa o, a tener que trabajar los cinco días de la semana en una oficina.

Ante esta inconformidad nació el modelo Hub and Spoke que, en el último año, ha sido adoptado por muchas compañías y apreciado por sus colaboradores. Con esta modalidad  las empresas pueden mantener sedes centrales a las que los empleados asistan con menos frecuencia (logrando que se reduzcan en tamaño) mientras que, simultáneamente, proporcionan oficinas satélites más pequeñas repartidas en la ciudad. Con esto, la compañía envía un mensaje de bienestar a sus empleados dándoles la oportunidad de trabajar desde un lugar más cercano a casa que implique menor tiempo de desplazamiento; de esta forma su casa vuelva a ser ese lugar en el que se comparte en familia sin interrupciones del trabajo.

De igual forma, así como cambió el modelo de oficina tradicional, también cambiaron las habilidades más buscadas por los reclutadores. Según el estudio “Redefiniendo los modelos de trabajo en Latinoamérica” desarrollado por WeWork, más del 60% de los encuestados que hacen parte de las áreas de recursos humanos de compañías en Colombia, afirman que la autonomía, con un 60% y la adaptación, con un 57%, son las habilidades más valoradas en el entorno laboral post pandémico.

Asimismo, otras habilidades como la colaboración y la comunicación asertiva, las cuales tienen una valoración por parte de los encuestados en Colombia de un 28% y 30% respectivamente, son de gran utilidad para la consolidación de un ambiente de trabajo óptimo que permita el adecuado funcionamiento de los procesos al interior de una compañía.

La incertidumbre, por naturaleza, hará parte del presente y del futuro; por lo tanto, es necesario tener la habilidad de adaptarse al cambio y  la autonomía suficiente para asumirlo. Si a esta ecuación le sumamos la importancia de priorizar el bienestar de los colaboradores, terminará dando como resultado una marcada diferencia entre el fracaso y el éxito de las compañías en la “nueva normalidad” o mejor, en la revolución del futuro del trabajo.

Julio 2022