Por Luis Palenque, presidente y director general de 3M Región Andina
El mundo actual se ha visto envuelto en diferentes revoluciones tecnológicas que han implicado cambios de gran calado en el ámbito político, social y económico. En ese sentido, la transformación digital, el empoderamiento del individuo en las redes sociales, el auge del comercio electrónico o el crecimiento de las comunidades digitales informadas, han derivado que las compañías tengan que adaptarse en tiempo récord ante estas permutaciones. Ahora bien, existe otra revolución que se acerca a una velocidad vertiginosa, y que también redefinirá las reglas del juego: la tecnología 5G.
Para entenderla, voy a utilizar una definición de Cisco, misma que señala, que es la quinta generación de tecnología celular, la cual está diseñada para aumentar la velocidad, reducir la latencia y mejorar la flexibilidad de los servicios inalámbricos. En efecto, se trata del siguiente gran paso en términos de velocidad, rendimiento, experiencias, conectividad, o procesamiento, que ha permitido al mundo nuevas posibilidades.
Con el aumento de su infraestructura y la maduración de tecnologías clave, es muy probable que las sociedades de los próximos cinco años se transformen de forma acelerada: por poner un ejemplo, aproximadamente la mitad de las firmas actuales del S&P 500 serán reemplazadas durante los próximos 10 años, ya que “entraremos en un período de volatilidad para las empresas líderes en una variedad de industrias, y los próximos 10 años se perfilan como los más turbulentos de la historia moderna”, señala un estudio de la consultora Innosight.
Ahora bien, recientemente 3M, en un esfuerzo por comprender las tendencias que definirán a la sociedad, economía y negocios en un futuro, publicó una investigación para tomar decisiones mejor informadas de cara a los próximo cinco y diez años. En esta, se brindan algunas claves sobre el impacto del 5G.
Una de ellas, es que la inversión en infraestructura en torno a 5G se desarrollará de dos maneras: a través del desarrollo a nivel nacional a medida que los operadores nacionales implementan la tecnología, y a través de redes privadas para fabricantes específicos. En última instancia, se espera que el 5G vincule 125 mil millones de dispositivos para 2030.
Por otro lado, y a medida que se construya esta infraestructura, las tecnologías habilitadas para 5G comenzarán a convertirse en una práctica operativa estándar. Los gigantes industriales probablemente liderarán en el espacio IIoT (Industrial internet of things), desarrollando e implementando sensores para permitir la comunicación máquina a máquina. La robótica inteligente también se convertirá en un estándar para los almacenes; y el cuidado de la salud desplegará sensores para monitorear la salud de los pacientes ambulatorios.
Ante este panorama, no queda más que destacar que si bien algunas empresas pueden optar por adoptar un enfoque de “esperar y ver”, el beneficio combinado de los algoritmos de inteligencia artificial y la acumulación de datos 5G proporcionará a los primeros usuarios una ventaja significativa para mantener la supremacía tecnológica. En resumen, se trata de estar preparados, entender lo que se viene, y saber capitalizarlo.
La sociedad moderna está en continuo cambio, tanto las empresas como los colaboradores deben tomar acciones radicales, pero conscientes, que permitan llevar a cabo objetivos claros. La tecnología 5G allana este camino y demandará decisiones que lleven a sobreponerse a las transformaciones para ser referentes. 3M ofrece una mirada al respecto.
Junio 2021