Por León Villegas, Content Creator LATAM de Haskell Company
Sobra decir que el recurso más valioso de una empresa se encuentra en su fuerza laboral. Sin los recursos humanos que conforman las organizaciones no sería posible la operación de las mismas. El personal que ocupa desde las posiciones directivas hasta las de mantenimiento requiere de entornos laborales positivos, que promuevan su crecimiento profesional y personal, en los que se pueda garantizar su salud física y mental.
Fomentar estos entornos no solamente beneficia al personal de manera individual sino a la empresa en su totalidad, con resultados visibles en la productividad y cumplimiento de objetivos, así como en mayor permanencia en los puestos y menor rotación de personal.
Hoy en día, es necesario que la apertura de oportunidades de crecimiento, tanto para el personal existente como para los prospectos a integrarse, se impulse desde la diversidad y la inclusión con el objetivo de generar una plataforma laboral que atraiga a los mejores aspirantes a ocupar un puesto y que aliente a la diversidad de posturas en la toma decisiones.
Los beneficios de una fuerza de trabajo diversa
Valorar la diversidad y la inclusión es apostar por contratar, capacitar y retener a personas que mejor puedan representar los valores y adoptar las metas de una empresa, lo que conduce a escenarios exitosos. La capacidad para atraer y emplear al mejor talento disponible no solo es una ventaja sobre los competidores sino un impulso de cambio propio.
Un grupo de trabajo incluyente permite que la empresa sea el reflejo del mundo exterior y mejora la capacidad del equipo para generar y desarrollar ideas innovadoras. Trabajar en equipo tiene gran impacto en la manera en que la empresa se desarrolla y se generan los resultados.
El objetivo entonces es cultivar un espacio de trabajo en el que perspectivas y experiencias diversas sean bienvenidas y respetadas, en el que cada miembro del equipo se sienta cómodo y motivado para proponer y discutir desde una posición de equidad.
Esta diversidad, que en la mayoría de las ocasiones se piensa sólo desde cuestiones de género y origen étnico, debe considerar también edades, niveles de escolaridad, lugares de procedencia y experiencias, los cuales ofrecen puntos de vista diferentes y valiosos.
Al desarrollar iniciativas que comprendan las necesidades, expectativas y modos de vida del personal, es posible crear ese entorno ideal en el que los empleados puedan alcanzar su máximo potencial.
Iniciativas para la creación de un entorno de trabajo incluyente
Es indispensable que las empresas sean quienes tomen la iniciativa para la implementación de mejores prácticas laborales. Los talleres de educación y participación juegan un papel
fundamental en comunicar los valores de la empresa y en promover las conductas adecuadas para la colaboración entre compañeros de trabajo.
En estos talleres es necesario abordar temas como el cuestionamiento de prejuicios, cero tolerancia al acoso sexual y prevención del hostigamiento; así como aceptación de la diversidad e inclusión. Estos temas deben ser estratégicos para las compañías y con visión a largo plazo, es decir, iniciativas constantes.
Ofrecer recursos de capacitación continua que sean accesibles a todos los miembros de la empresa es también una iniciativa que ayuda a nivelar las capacidades de los equipos de trabajo y mejorar la productividad. Más allá de ofrecer solamente capacitaciones de habilidades o software, ofrecer cursos enfocados en el desarrollo personal favorece el crecimiento y bienestar psicológico de los empleados.
La puesta en práctica de iniciativas de diversidad e inclusión, aunadas a contrataciones con salarios justos, harán que nuestros empleados encuentren en la empresa el mejor espacio de trabajo y, en consecuencia, el crecimiento será compartido.
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Octubre 2021