Por Daniela Mora Zuluaga, directora de la División Digital Energy para el Clúster Andino de Schneider Electric
Con el paso de los años, las iniciativas por la lucha de la inclusión se han dado bajo diferentes campos de batalla, en donde poco a poco se han visto buenos avances. Pese a esto, es imprescindible dar a conocer que la UNESCO afirma que, actualmente tan solo el 35% de los inscritos en carreras STEM (Ciencias, Tecnología, Matemáticas o Ingeniería) en el 2021 fueron mujeres, una cifra que enciende las alarmas y que permite reconocer que el mundo aún tiene mucho por trabajar.
Sin duda alguna, la base de la sociedad es la educación y de esta se desprenden algunos ejes fundamentales, que han servido de apoyo en medio de un contexto global invadido por diferentes problemáticas, como la más reciente, una pandemia imprevista. En cuanto a los ejes, la mentoría y el empoderamiento han sido dos factores que se han potencializado, gracias a la creación de distintos programas asociados a entidades privadas y organizaciones en defensa de las mujeres.
Uno de estos programas está liderado por la ONU, en donde busca que desde este año hasta el 2025, las mujeres sean parte de los líderes que le permitan al mundo alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Es a partir de este punto, en el que nos seguimos cuestionando por qué el avance no ha sido progresivo, por qué sigue habiendo un estancamiento y cuál puede ser una alternativa en donde las mujeres puedan tener un fuerte espacio de inclusión.
La respuesta ante estos cuestionamientos se define, en la palabra, sostenibilidad. Según la Real Academia Española su significado es “que se puede sostener” y también está relacionado con las acciones emergentes para la protección del medio ambiente. Según esto, es importante reconocer en principio, la naturaleza de la mujer en sí y entenderla desde su posición y formas de expresión, ya que es evidente una diversidad y que, en ella, es en donde podemos encontrar alternativas para hacer el cambio.
El derribar entonces las barreras con respecto a la diversidad, la cual ha sido fuente de rechazo durante años en la sociedad, es el punto de inflexión para un futuro productivo. Esta es la alternativa que se propone desde diferentes organizaciones; aceptar no solamente un género, sino contemplar también, discapacidad, religión o estrato social y desde allí generar oportunidades.
Las empresas futuristas están convencidas de que, para promover la inclusión, se debe trabajar de la mano de la sostenibilidad, por esto, desde Schneider Electric, compañía francesa con más de 40 años de presencia en Colombia, se promueven iniciativas que le han brindado expectativas reales a las mujeres. Resaltando así que, por quinto año consecutivo se posiciona dentro del ranking mundial de equidad de género 2022 de Bloomberg, superando las puntuaciones medias del GEI en las categorías de cultura inclusiva hasta un 15%, y como marca en favor de las mujeres, un 17%.
Adicionalmente, existe el programa Ergon, el cual es completamente digital y tiene como objetivo ayudar a las mujeres dentro de la compañía a identificar y superar hábitos, prejuicios y condiciones que impiden su camino hacia posiciones de liderazgo. Colombia se ubica en el tercer país con la mayor participación en este.
Con esto concluimos que la sostenibilidad es ahora una de las alternativas de mayor importancia para un mundo mejor, un gran campo de acción inclusivo para las mujeres desde cualquier área. El compromiso es ahora interiorizar el mensaje en cada organización, sea cual sea su tamaño; abarcar diferentes canales y seguir creando políticas que acojan la diversidad y la transforme en el paso que se debe dar.
Schneider Electric avanza en su camino por aumentar la participación e inclusión de las mujeres dentro, no solo de su compañía, sino del sector energético, por eso contribuye con acciones que les permita cada vez más escalar en la senda de crecimiento empresarial y personal.
Marzo 2022