Edición 173-Inclusión Femenina 2022          


Concientización del “unconscious bias” como herramienta de inclusión femenina

Por Carolina Castro de la Torre, asociada senior de Holland & Knight


Se han desarrollado recientemente todo tipo de programas, campañas y estrategias procurando la inclusión femenina. Y aunque todos estos esfuerzos, cuyo propósito no es otro que evitar la discriminación de género, han avanzado considerablemente en dicha tarea al interior de las empresas, es importante señalar que todas le apuntan a combatir la discriminación a nivel consciente, es decir, de manera explícita y en asuntos evidentes del día a día como lo son, por ejemplo, la diferenciación salarial entre hombres y mujeres que hacen lo mismo o la designación en cargos directivos de hombres en su gran mayoría.

Sin embargo, desde hace un tiempo para acá se está hablando insistentemente de aquella discriminación que obedece al “Unconscious bias”, que puede llegar a ser aún más preocupante por su carácter intangible e imperceptible.  El “Unconscious bias”, o “Sesgo Inconsciente”, es el conjunto de creencias, pensamientos y comportamientos que una persona tiene respecto de una situación, pero que esta persona no es consciente de tenerlos y por tanto sus acciones y reacciones respecto de aquella situación se dan a nivel inconsciente y no necesariamente cuentan con una explicación lógica o racional.

Estas creencias o pensamientos se anidan en el cerebro de las personas a lo largo de su vida, y provienen de los comportamientos que desde la infancia observan en sus entornos sociales, familiares y escolares, condicionando las reacciones (normalmente irracionales) y determinando el comportamiento de las personas, sin que éstas sean siquiera conscientes de que esto les sucede. Por lo anterior, adquirir consciencia de esta situación, permite que las personas identifiquen que tienen un raciocinio involuntario que los lleva a tomar acciones, en muchos casos discriminatorias, que tienen los mismos efectos devastadores de una acción discriminatoria deliberada y consciente.

Existe un sesgo inconsciente respecto de muchos aspectos, y por consiguiente se pueden identificar varios tipos de “Unconscious bias”, como lo son sesgos asociados al físico de las personas (belleza), su nombre, su grado de autoridad, y por supuesto, el género.

El impacto en el mundo laboral de contar con prejuicios inconscientes que avanzan bajo un “piloto automático” es inmenso. Repercute en situaciones que vemos en el día a día como la idea implantada (quién sabe exactamente cómo, cuándo y dónde) de que es más difícil trabajar con mujeres por cuanto son temperamentales, sentimentales y poco objetivas. ¿Realmente es viable hacer una afirmación de este tipo respecto de todas las mujeres? ¿Somos acaso todas las mujeres idénticas, y tenemos características comunes sin importar el lugar y tipo de trabajo? Como pueden ver, al racionalizar estos perjuicios inconscientes, los mismos resultan ridículos e infundados, sin embargo dichos perjuicios dominan nuestra cotidianidad y condicionan nuestro comportamiento.

A su vez, estos pensamientos inconscientes se materializan en una desproporción en las estadísticas de contratación de mujeres respecto de la contratación de hombres, en el resultado de las evaluaciones de desempeño de las mujeres, y en los planes de carrera que cualquiera de ellas pueda tener. ¿Cuántas veces no hemos escuchado (o incluso pensado) que una mujer está en desventaja en un plan de carrera institucional pues “seguramente querrá ser mamá y eso le quitará tiempo, disposición y compromiso con la empresa”? Sin embargo, al momento de formular ese prejuicio (equivocado, por cierto), nuestros pensamientos no se dirigen a la potencial y eventual paternidad de un trabajador del género masculino o al hecho de que esta trabajadora tal vez no tenga ninguna intención de ser mamá.

El “Unconscious bias” en materia de género, no es un tema de hombres, pues absolutamente todos maquinamos constantemente bajo los mismos perjuicios Es necesario luchar aún más fuerte contra esta discriminación silenciosa e imperceptible, pues sin liberarnos de ella, no será posible avanzar en el propósito de lograr una verdadera equidad y un contexto realmente inclusivo. ¿Y cómo hacerlo? Adquiriendo conciencia. Explicando y capacitando acerca de esta situación en los lugares de trabajo con el fin de que cada individuo haga una reflexión constante acerca de sus pensamientos y se deshaga de aquellos que corresponden a perjuicios automáticos, sin fundamento o razón, que conllevan a escenarios discriminatorios.

Poder abordar los diferentes escenarios del comportamiento humano y traerlos a un escenario consciente, en pro del mejoramiento constante y sostenido de las empresas, es un reto diario al que se debe hacer frente con el mismo ímpetu de un panorama consciente. Holland & Knight aborda su importancia,

Marzo 2022