Edición 193 - Mujeres empresarias 2024          


¿Cuándo empezaremos a ver la equidad de género no como una aspiración, sino como un catalizador para alcanzar la equidad social?

Por Ximena Zuluaga, socia líder de EY Law Latinoamérica


Las organizaciones líderes ya saben que la equidad de género las lleva a tener mejor desempeño, mejor rentabilidad y administración del riesgo, elementos que cada vez están siendo más decisivos en el éxito de las compañías.

Según el Informe Global sobre la brecha de género 2023 (“Informe Global”) del Foro Económico Mundial, América Latina tiene la tercera tasa de paridad de género más alta del mundo, con un 74,3%. Pero a pesar de este logro, el estudio también resalta que todavía queda mucho camino por recorrer en lo que respecta a la variedad y calidad de los trabajos disponibles para las mujeres.

Si miramos a Colombia en un contexto global, el reto que tenemos por delante amerita acciones contundentes y de largo plazo por parte del sector privado en sus políticas internas y en ser parte activa de la formulación de políticas públicas que se puedan ejecutar. Si bien en el Informe Global, Colombia ocupa el lugar 42 de 146 países, el verdadero reto está en mejorar la participación de las mujeres en la vida económica del país. 

Si observamos el índice de “Participación y Oportunidades Económicas” del citado Informe Global, el cual mide el acceso de las mujeres al empleo en los 146 países comprendidos en el reporte, vemos que Colombia ocupa el puesto número 92, y si observamos por ejemplo la igualdad salarial para un trabajo similar, ocupamos el puesto número 100 de 146 países.

Esto evidencia la falta de acceso a oportunidades laborales equitativas para las mujeres, lo que resulta en que muchas mujeres no tengan empleo o bien aquellas que tienen uno lo tengan en condiciones menos favorables que las de sus pares masculinos. Conforme a datos del DANE, en el trimestre octubre – diciembre 2023 las mujeres tuvieron una tasa de empleo de 11,6% mientras que para los hombres fue del 7,8%.

Por lo anterior, es fundamental fomentar el acceso de las mujeres a empleos formales que les proporcionen independencia económica y que ofrezcan flexibilidad laboral (un factor esencial para muchas mujeres en su decisión de continuar su carrera); estos dos elementos contribuyen a la construcción de una sociedad equitativa. Todos tenemos diferentes puntos de partida, circunstancias, experiencias y necesidades.

Crear equidad social implica eliminar barreras, construir entornos más inclusivos y “nivelar la cancha” para que todos podamos acceder a oportunidades que nos permitan prosperar.

Es por ello que la equidad de género es un agente de cambio para impulsar la equidad social. Mujeres empoderadas tienen las mismas oportunidades que los hombres para asumir posiciones de liderazgo. Mujeres con independencia económica invierten sus ingresos en sus familias impulsando el progreso de su entorno y previniendo situaciones de violencia familiar. Mujeres con acceso a educación, trabajan para garantizar la educación de sus hijos, lo cual a la larga nos permitirá tener un país más preparado y resiliente.

Cerrar la brecha de género no debería llevarnos 131 años, como lo estimó el Foro Económico Mundial en el Informe Global.  

Desde la esfera corporativa hay mucho por hacer para acelerar el proceso. Las posiciones y el salario no deben estar definidas por el género sino por las capacidades, habilidades y potencial de cada individuo.

Así es como también construimos un mejor entorno de negocios, ¡para todos y todas!

Marzo 2024