Por Rafael Lafont, socio Holland & Knight
Colombia viene presentando un crecimiento en las iniciativas de negocio digitales a través de aplicaciones móviles o plataformas tecnológicas, que abarcan desde la prestación de algún tipo de servicio o venta de productos por medios digitales. Sin embargo, más allá de tener una idea de negocio, los emprendedores ven la necesidad de encontrar herramientas legales afines a sus objetivos previendo que en Colombia la formalización puede resultar compleja.
Sin importar el tamaño del emprendimiento, o la etapa en la que se encuentre, será necesario contemplar las herramientas que están a nuestra disposición, y una de estas, tal vez la más importante, es la decisión de crear Empresa.
Emprender a través de una Sociedad brinda la posibilidad de proteger el patrimonio personal de los Accionistas/Socios previendo los riesgos que puedan surgir en el ejercicio de la actividad económica; así mismo, podría facilitar la credibilidad y accesibilidad ante Entidades Bancarias, Rondas de Inversión y en algunos casos la obtención de incentivos tributarios.
Hoy en día existen oportunidades de estructuración fiscal que permiten optimizar estos emprendimientos, por ejemplo, a través de la incorporación de sociedades pertenecientes al Régimen Simple, el uso de la Ley de Economía Naranja, la Exportación de Servicios al exterior en cumplimiento de requisitos para obtener un tratamiento preferencial en el IVA e Impuesto de Industria y Comercio-ICA, Programa de Apoyo al Empleo Formal (PAEF) derivado de la emergencia, medidas de apoyo para MiPymes incorporadas por la Ley de emprendimiento con tarifas diferenciadas del registro ante el INVIMA, contabilidad simplificada para microempresas, y demás programas de Gobierno para los emprendedores.
Pero así como hay muchas ventajas, también existen obstáculos que enfrentan los emprendedores respecto de las obligaciones tributarias en cabeza de las empresas, las cuales, pueden comprender: (i) la obligación de presentar una declaración anual del impuesto sobre la renta a una tarifa general del 35%; (ii) la presentación de declaraciones de retención en la fuente y de IVA en los periodos correspondientes; (iii) la obligación de declarar y pagar el impuesto de industria y comercio; y (iv) la obligación de realizar reportes a la Administración Tributaria, llevar una debida contabilidad y expedir factura electrónica con las formalidades que ha dispuesto la Ley.
De forma transversal a la responsabilidades tributarias antes mencionadas, también existirán obligaciones del Régimen Cambiario ante el Banco de la República derivadas de operaciones de cambios internacionales (i.e., inversión colombiana en el exterior o inversión extranjera en el país). Estas obligaciones pueden representar una piedra en el zapato para muchos empresarios, sobre todo, aquellos que inician este camino de emprender, considerando que su implementación y cumplimiento tiene un costo y con los cambios constantes en materia tributaria en nuestro país se incrementa además el riesgo de poder ser objeto de sanciones.
Si bien existen retos, al final del día, la creación de empresa es el mejor camino para emprender porque además de las bondades ya mencionadas, actualmente se cuenta con programas para emprendedores en Colombia donde se otorgan beneficios y apoyo económico bajo los programas de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá, el programa Innpulsa Colombia del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, el programa Distrital de Apoyos Concertados, los beneficios contenidos en la Ley de emprendimiento 2069 de 2021, entre otros.
En conclusión, emprender no es una tarea fácil, pero con el adecuado acompañamiento, recursos, aplicación de beneficios tributarios y oportunidades de planeación que bajo un plan adecuado en materia de impuestos, financiación y administración pueden llevarnos a tener un negocio próspero.
Abril 2022