Edición 164 - RSE Inclusión 2021          


Migrante en mi propio país

Por Save the Children


Cuando conocimos la historia de Narobis, no lo podíamos creer. No entendíamos por qué una persona con las necesidades que ella tenía y en la situación en la que se encontraba, usaría parte del dinero recibido para ayudar a los demás. La respuesta es clara, la bondad de la humanidad no tiene límite.

Narobis Manotas, una mujer colombo-venezolana, retornó hace unos meses al departamento de La Guajira, luego de vivir en el vecino país casi toda su vida. Llegó a casa de un hermano con su hijo y una nieta menor de edad que se encuentra en situación de discapacidad. Su regreso se da en medio de quizá una de las crisis más complejas de los últimos años: la mezcla entre la migración de miles de ciudadanos venezolanos a Colombia y la pandemia de COVID-19, esto sumado a los altos índices de xenofobia existentes.

“En Colombia viví 20 años y de resto en Venezuela (34 años) en donde tenía una empresa constituida de distribuidora móvil. El mal gobierno, la situación, hicieron que perdiera todo, quedé en la calle y me regresé a Colombia el pasado noviembre”.

Narobis llegó a Maicao con la esperanza de mejorar su situación económica, conseguir un empleo y así tener con qué comer y poder pagar los medicamentos que debe tomar para atender la diabetes crónica que padece. Sin embargo, nada de esto ha sido fácil. De un momento a otro la perspectiva cambió, se sumó un virus desconocido, el comercio cerró, los colegios, los restaurantes, todo cerrado, así como las posibilidades de conseguir trabajo en un momento tan crítico como este.

“Para mí la situación en Venezuela era excelente, de mi empresa salía la manutención para mis tres hijos, para mí y para ayudar a mis hermanos acá en Colombia, dadas las circunstancias tuve que venir a arrimarme a donde un hermano, con mis hijos y nietos. Fue un cambio traumático, drástico después de ser autosuficiente, tener que venir a sentarte en una casa ajena, después de ser el sustento de muchos, paso a ser dependiente de al menos quién te dé de comer, porque tú no estás produciendo, pero como buen ser humano y colombiana me adapté a la situación y acá ando, en esta maquinita, que entra un arreglo de esto de lo otro. Mi hermano le habló de mi a una persona de la fundación Save the Children, hablé con ella, presenté mis papeles, me caracterizaron y posteriormente me empezaron a brindar ayuda psicológica porque me sentía muy mal, el día que me llamaron a decirme que era beneficiada lloré porque ese día, no tenía ni para comer”.

En Colombia y en todo el mundo, Save the Children y sus equipos trabajan cada día para asegurar que todos los niños, niñas y adolescentes y sus familias sobreviven, aprenden y están protegidos frente a la violencia. Conseguimos cambios duraderos en la vida de millones de personas incluso en aquellas a las que más cuesta llegar porque estamos convencidos de que todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a un presente y un futuro.

Estamos comprometidos con reducir las brechas de desigualdad que afectan a los colombianos y migrantes en el país, es por esto que, con nuestros programas de ayuda multipropósito, apalancados de forma considerable por aliados como Discovery Networks, hemos beneficiado a cientos de familias rompiendo el círculo de pobreza, y mitigando las consecuencias de la migración y el conflicto armado en la economía de las familias beneficiarias.

Con la ayuda recibida, Narobis pudo suplir sus necesidades básicas y el restante lo utilizó para confeccionar tapabocas que entregó a personas que, como ella, atraviesan una situación de privación económica y vulnerabilidad. Replicar estas experiencias incluso en otras regiones del país es posible gracias a alianzas que apunten de forma decisiva al respeto y cuidado de la niñez, la reducción de la pobreza y el cierre de las grandes brechas de desigualdad. Cada alianza empresarial con Save the Children puede marcar la diferencia en el bienestar de miles de niños, niñas, adolescentes y sus familias en el país.

Gracias a los beneficios y programas de Save the Children, muchas familias en condiciones de vulnerabilidad han recibido protección en diversos escenarios sociales. Conocer que la humanidad aún conserva su bondad es la llave que permite seguir adelante siendo gestores de cambio.

Abril 2021